a Se trata de un edificio de investigación integrado en su mayor parte por laboratorios, el resto se destina a uso docente. Hay dos tipos de laboratorios: los de los grupos de investigación y los de apoyo, comunes. Desde los laboratorios de investigación se precisa acceder frecuentemente a los laboratorios de apoyo. Los laboratorios de los grupos de investigación tienen despachos para los responsables de cada laboratorio. Bajo la cubierta ajardinada se sitúa el programa de laboratorios, los de grupos se sitúan en anillo y al interior se ubican los de uso común. En el sótano está el animalario y sus elementos adscritos que requieren aislamiento y protección de la luz natural. En la cubierta se sitúa el área de descanso, especialmente significativa en un centro donde la actividad puede no interrumpirse en varias jornadas. La caja de cristal es ocupada por un salón de actos y aulas de postgrado. El edificio confía en una idea clara para dar respuesta simultánea a una situación urbana compleja y a las diversas necesidades técnicas de un centro de investigación. El entorno ha surgido de la urgencia del negocio inmobiliario y es ajeno a cualquier reflexión sobre arquitectura o paisaje. Frente a ello se construye un edificio extraño a la anodina ocupación colindante, que pretende ser una referencia que ayude a articular y posicionar este borde urbano. Teníamos la intención de cuestionar la dinámica profesional que aplasta toda investigación técnica o formal. En este sentido ha de entenderse la decisión de implicar topografía y edificio o la voluntad de explorar en la capacidad generativa implícita en los elementos estructurales e infraestructurales.   La fuerte ladera y la concavidad del solar resultante de regularizar las rasantes de la urbanización que conforman la parcela han hecho posible reunir la mayor parte del programa bajo una gran plataforma que corona el vacío dejado por las rasantes que permite adaptarse a ellas con una mínima excavación. Sobre ella un porche con una pequeña zona acristalada de esparcimiento permite acceder al jardín y sirve de articulación de la caja nítida y grafiada que alberga el programa y docente y que a modo de icono informa de la naturaleza de la construcción. La entrada al edificio se realiza de una manera natural, se huye de toda presencia impositiva, un gran atrio bajo la estructura de hormigón conduce al gran hall y lo articula con el acceso a cota superior. Este espacio se ilumina por dos grandes patios que dan luz natural a toda la planta y permiten percibir sobre los laboratorios que los rodean las plegaduras de hormigón de la cubierta. El tratamiento de la luz, tanto natural como artificial dota de carácter y articula un paisaje interior complejo en el que la vegetación convive con los juegos de color de los revestimientos.  

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