El Hospital Vall d’Hebron cuenta con un nuevo helipuerto situado en la cubierta del Hospital de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. La plataforma octogonal de aluminio está montada sobre una estructura de acero sobre el ala oeste del hospital. La nueva infraestructura, capaz de aguantar hasta siete toneladas de peso, es la nueva pista de aterrizaje de los helicópteros medicalizados del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) de Catalunya que atienden y trasladan a pacientes cítricos.

La nueva estructura cuenta con 17,5 metros de diámetro y establece un área de seguridad que siempre ha de estar libre de obstáculos, por lo que puede recibir diferentes modelos de helicópteros con los que opera el SEM e incluso modelos que acostumbran a utilizar los rescates marítimos.

El nuevo helipuerto se ha diseñado para agilizar el tiempo de asistencia, diagnóstico y tratamiento de los pacientes. El tiempo de asistencia desde que el helicóptero aterriza hasta que el paciente entra en Urgencias de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. El tiempo de traslado del paciente ha pasado a ser de tan solo dos minutos en vez de quince como se necesitaban antes de estrenar el nuevo helipuerto.

Al nuevo helipuerto llegan helicópteros con pacientes que necesitan de atención en un centro terciario y altamente especializado como es el Hospital Vall d’Hebron. En estos casos los pacientes se trasladan a las Unidades y/o Servicios específicos y durante este proceso de traslado los pacientes son atendidos por especialistas en pacientes críticos y formados para trabajar en un entorno aéreo.

La nueva infraestructura colocada en la cubierta del mismo Hospital ofrece la ventaja de poder acceder al mismo con tal solo cruzar una pasarela que se ha habilitado para conectar el área de aterrizaje con los ascensores preferentes para bajar a los pacientes a Urgencias del Hospital de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Hasta el momento de la inauguración de la nueva infraestructura, el helipuerto estaba situado al otro lado de la Ronda de Dalt, cosa que suponía una inversión mayor de tiempo para movilizar al paciente hasta el área de urgencias.

Los helicópteros medicalizados del SEM permiten dar una mejor atención a las personas con patologías tiempo-dependiente que requieren un tratamiento precoz, porque se reduce en gran medida el tiempo de traslado. También hay patologías que se benefician del transporte aéreo porque proporciona unas condiciones de estabilidad durante el trayecto que no se consiguen con el transporte terrestre.

El nuevo helipuerto está habilitado también para operar en horario nocturno, aspecto importante teniendo en cuenta que el 16% total de los traslados aéreos que hace el SEM a Vall d’Hebron son en horario nocturno.

Coordinación SEM-Hospital

En el momento que el SEM envía el aviso de que llegará el helicóptero, los celadores y el personal de seguridad de Vall d’Hebron, formados para tal fin, se activan para subir a la pista de aterrizaje. El personal de seguridad se encarga de realizar una inspección visual para asegurar que no hay ningún elemento que dificulte el aterrizaje del helicóptero. Una vez el helicóptero haya aterrazado y el comandante detenga las hélices, los celadores con la ayuda del personal del SEM, hacen la transferencia de la persona a la litera. Desde la mesa de vuelo de la Unidad de Medios Aéreos (UMA) del SEM, situada en la Central de Coordinación Sanitaria (CECOS) en L’Hospitalet de Llobregat, se realiza toda la gestión de emergencia sanitaria desde el momento en que se recibe la alerta: desde la recepción del paciente, hasta la decisión del destino hospitalario y la coordinación del hospital, teniendo en cuenta tanto el estado de la persona como el tiempo de llegada, para optimizar al máximo el proceso de traslado en beneficio al paciente.

Un salto en la asistencia de pacientes críticos

La nueva ubicación del helipuerto lleva consigo una mejora de la rapidez de actuación de los profesionales para atender al paciente, no solo por su ubicación sino también por la instalación de cuatro nuevos elevadores centrales que son más rápidos que los antiguos. Dos de ellos llegan hasta la cubierta del ala oeste, donde está situado el helipuerto, y son los que bajan a los pacientes que llegan en helicóptero hasta urgencias. Los ascensores disponen de una tecnología inteligente para quedar automáticamente bloqueados cuando el SEM avisa que envía un helicóptero a Vall d’Hebron. Los celadores bajan con el paciente hasta urgencias con la misma litera. Solo en el caso que el paciente tenga que ser atendido en el Hospital General, el Hospital Infantil o el Hospital de la Dona, deberá de ser trasladado internamente en ambulancia.

El nuevo helipuerto supone un salto en la asistencia de los pacientes críticos que llegan en helicóptero, ganando tiempo y seguridad. Se espera realizar en torno a 300 operaciones cada año.

La Unidad de Quemados de Vall d’Hebron tiene una amplia experiencia en el tratamiento de grandes quemaduras. Por este motivo también da soporte a la atención de pacientes de otros centros con esta afección. Vall d’Hebron es el centro de referencia estatal CSUR (Centro, Servicios y Unidades de referencia) en España y Andorra. Esto se traduce en que desde 2016 el SEM traslada a todas las personas lesionadas medulares agudas de estos territorios al Hospital Vall d’Hebron. Además, forma parte de la red de centros hospitalarios que tratan un Código ICTURS, PPT (Paciente Politraumatizado), Sepsia Grave y IAM (Infarto Agudo de Miocardio).

Propuesta arquitectónica

La propuesta arquitectónica, diseñada por CASA Solo Arquitectos, consiste en una pieza independiente, modular y compacta. Se trata de un modelo económico y eficiente que no afecta la estructura ni la actividad asistencial del edificio de Traumatología existente y que, además, permite tener un control exacto del coste y los tiempos de ejecución de la obra. La solución propuesta es un helipuerto formado por una plataforma ventilada de perfiles de aluminio sobre una estructura de acero. Esta solución, ampliamente usada en todo el mundo y en particular en algunos de los helipuertos más emblemáticos de la red heliportuaria de Cataluña, se revela como una solución costo-efectiva, aportando una gran ligereza a la vez que una casi ausencia de corrosión, aportando larga vida operativa al conjunto, ligereza y bajo coste de mantenimiento.

El nuevo helipuerto es una de las primeras obras que ha arrancado en el marco del Plan especial Campus que permitirá ordenar todo el recinto y crear el Nou Vall d’Hebron adaptado a las necesidades asistenciales del siglo XXI. En compromiso con el medio ambiente, en caso de lluvia, el helipuerto cuenta con un pendiente del 1% para evacuar agua que pasa por un separador de hidrocarburos, creando así un sistema de recogida de aguas residuales independiente del sistema de saneamiento del mismo edificio.