Acelerar el proceso administrativo y potenciar los proyectos traslacionales reduciría hasta un 10 por ciento la factura de los hospitales
Minimizar las cargas administrativas y acelerar los procesos regulatorios para potenciar los proyectos en investigación traslacional son los procesos clave para mejorar avanzar en investigación oncológica. Esta ha sido una de las principales conclusiones del III Seminario para periodistas ‘Curar y Cuidar en Oncología: Investigar para seguir avanzando en cáncer’, organizado en Cuenca por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y MSD España.
Para el presidente de la SEOM, Emilio Alba, la regulación de los ensayos clínicos en España es “de alta calidad, pero muy lento y demasiado garantista”. A su juicio, agilizar estos procesos “podría reducir hasta un 10 por ciento la factura de los hospitales”, además de “introducir cambios en la práctica asistencial que suponen una ventaja para los pacientes que, a su vez, se benefician de nuevas estrategias de tratamiento”.
Una de las fórmulas por la que apuestan los profesionales son los grupos cooperativos de investigación, organizaciones sin ánimo de lucro y con carácter multidisciplinar cuyo principal objetivo es desarrollar investigación independiente en enfermedades oncológicas. En España, estos grupos llevan más de 20 años funcionando, con un balance de 283 estudios en los que han contado con 37.866 pacientes; y 238 artículos publicados en revistas internacionales, siete de ellos en el ‘New England Journal of Medicine’.
La importancia de establecer sinergias
En esta línea, la SEOM ha creado un grupo específico de trabajo en investigación traslacional que persigue trasladar, de la manera más rápida y segura posible, los avances encontrados en el laboratorio a los pacientes con cáncer. Según los agentes implicados, en la lucha frente al cáncer se deben establecer alianzas que fortalezcan las líneas de actuación contra esta enfermedad. Por este motivo, los profesionales apuestan por establecer sinergias con organismos como los Caiber ya que, como explica Alba, “la falta de entidad jurídica de muchos de los grupos de investigación dificulta su acceso a las fuentes de financiación pública”.
Para Jorge Barriuso, del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz de Madrid, “a pesar del esfuerzo presupuestario hecho para aumentar la financiación pública y atraer mayor financiación privada hasta el inicio de la crisis económica internacional, la aparición de esta ha frenado un proceso cuyo objetivo era, entre otros, generar un tejido de investigación biotecnológica y reclutar investigadores de primer orden en el extranjero haciendo atractiva la vuelta de cerebros. La calidad de nuestros investigadores a nivel internacional necesita de un apoyo amplio de las instituciones y la sociedad para ser competitivos en el medio-largo plazo”.
Aprovechar las sinergias generadas en investigación reduciría los costes al Sistema Nacional de Salud y aumentaría su valor añadido en la sociedad
Para el presidente de la SEOM, Emilio Alba, la regulación de los ensayos clínicos en España es “de alta calidad, pero muy lento y demasiado garantista”. A su juicio, agilizar estos procesos “podría reducir hasta un 10 por ciento la factura de los hospitales”, además de “introducir cambios en la práctica asistencial que suponen una ventaja para los pacientes que, a su vez, se benefician de nuevas estrategias de tratamiento”.
Una de las fórmulas por la que apuestan los profesionales son los grupos cooperativos de investigación, organizaciones sin ánimo de lucro y con carácter multidisciplinar cuyo principal objetivo es desarrollar investigación independiente en enfermedades oncológicas. En España, estos grupos llevan más de 20 años funcionando, con un balance de 283 estudios en los que han contado con 37.866 pacientes; y 238 artículos publicados en revistas internacionales, siete de ellos en el ‘New England Journal of Medicine’.
La importancia de establecer sinergias
En esta línea, la SEOM ha creado un grupo específico de trabajo en investigación traslacional que persigue trasladar, de la manera más rápida y segura posible, los avances encontrados en el laboratorio a los pacientes con cáncer. Según los agentes implicados, en la lucha frente al cáncer se deben establecer alianzas que fortalezcan las líneas de actuación contra esta enfermedad. Por este motivo, los profesionales apuestan por establecer sinergias con organismos como los Caiber ya que, como explica Alba, “la falta de entidad jurídica de muchos de los grupos de investigación dificulta su acceso a las fuentes de financiación pública”.
Para Jorge Barriuso, del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz de Madrid, “a pesar del esfuerzo presupuestario hecho para aumentar la financiación pública y atraer mayor financiación privada hasta el inicio de la crisis económica internacional, la aparición de esta ha frenado un proceso cuyo objetivo era, entre otros, generar un tejido de investigación biotecnológica y reclutar investigadores de primer orden en el extranjero haciendo atractiva la vuelta de cerebros. La calidad de nuestros investigadores a nivel internacional necesita de un apoyo amplio de las instituciones y la sociedad para ser competitivos en el medio-largo plazo”.
Aprovechar las sinergias generadas en investigación reduciría los costes al Sistema Nacional de Salud y aumentaría su valor añadido en la sociedad
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