Los equipos de litotricia extracorpórea por ondas de choque realizan un 80 por ciento de los tratamientos actuales de la litiasis urinaria, es decir, para eliminar las piedras del riñón. El Hospital de León dispone desde el 2007 del único sistema de este tipo en la red sanitaria pública de la comunidad y realiza entorno 1. 200 tratamientos al año, según la agencia Dicyt. Sin embargo, la demanda de esta técnica, que evita cirugía y reduce costes, provoca listas de espera de dos meses. Según el jefe del servicio de Urología del Hospital de León, Francisco Javier Gallo, el equipo de litotricia realiza unos 100 tratamientos al mes, lo que arroja unos 1. 200 tratamientos al año. Sin embargo, probablemente se necesitaría realizar el doble, comenta el doctor y si hubiese otra máquina se reducirían las listas de espera, que en el caso del complejo hospitalario de la capital llegan a los dos meses, según Gallo. Estos equipos son fundamentales para el tratamiento de la litiasis urinaria, pero su escasez provoca listas de espera, resume el especialista. En su opinión, la falta de más equipos se debe al coste, actualmente cerca del medio millón de euros, similar al de un TAC, compara Gallo, un aparato de diagnóstico que realiza exploraciones de rayos X que producen imágenes detalladas de cortes axiales del cuerpo. Aunque la litotricia extracorpórea por ondas de choque se comenzó a utilizar en 1980, hasta el 2007 no hubo en la sanidad pública de Castilla y León un equipo de estas características. Anteriormente, se hacía a través de acuerdos con clínicas privadas. El equipo de litotricia del que dispone el Hospital de León es un litotritor electromagnético de última generación. Es más potente, eficaz y localiza mejor las piedras, resume Gallo. El aparato genera unas ondas electromagnéticas que se focalizan hacia donde están la piedra y la fragmentan, ya que la capacidad de absorción de estas ondas por parte del material de las piedras es mayor que la que presentan los

tejidos del cuerpo. Es un tratamiento no invasivo, alternativo a cualquier tipo de cirugía, incluso la endoscopia. No hace falta ingresar a los enfermos, lo que ahorra costes y, al no haber heridas, la recuperación es más rápida. El tratamiento se realiza en una hora y la eliminación de los restos de piedras depende del tamaño y de la dureza de las mismas. (Diario de León)