Las unidades de Hemodiálisis están sujetas a unas normas de funcionamiento en cuanto la calidad del agua y el líquido de diálisis (LD). Estas normas varían de unos países a otros y están evolucionando en el sentido de exigir más calidad. Las mejoras técnicas deñ tratamiento del agua y LD han logrado que su calidad en cunato a contaminación por partículas y solutos sea buena. Sin embargo, no ha sucedido así con al contaminación bacteriana y las endotoxinas, que han persistido como un problema importante.

El líquido de diiálisis contituye una parte fundamental de la biocompatiblidad y de ahí, la necesidad e importancia de tratar adecuadamente el agua utilizada en su fabricación y de alcanzar un adecuado nivelde calidad. Por otro lado, no debemos oblidar que el personal de las salas de diálisis es responsable de la calidad del líquido de diálisis, a diferencia de los dializadores y monitores que estan garantizados por casas comerciales que se responsabilizan de su calidad y de cumplir las normas vigentes al respeto. El líquido de diálisis, por el contrario, se fabrica en el momento y en la propia unidad de diálisis, sin posiblidad de controles de calidad previos a su utilización e indudablementes, bajo la responsabilidad del personal técnico y sanitario tratante.

El agua suministrada a las ciudades debe cumplir una série de requisitos imprescindibles que la ahcen apta para el consumo humano, pero aún así, no sirve para la fabricación del líquido de diálisis, es necesario purificarla y mantener unos grados de pureza muy superiores a los del agua potable. Esto es así porque, cada semana, la sangre del paciente sometido a hemodiálisis se pone en contacto con 270-600 litros de agua y lo hace a través de una membrana nada selectiva y por otro lado, la insuficiencia renal le impide eliminar los contaminantes acumulados, pudiéndose ocasionar una verdadera intoxicación.

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