Se llama HeartLander. Éste es el nombre del primer prototipo de dispositivo capaz de adherirse a la superficie del corazón y moverse hasta la zona de la lesión para aplicar tratamiento. HeartLander es una especie de mini robot que avanza como una oruga y del que los cirujanos pueden controlar los movimientos mediante un mando externo. El dispositivo ha sido ya probado en el corazón de un cerdo vivo en el que se descargó una dosis inocua que imitaba la inyección de un fármaco, e incluso fue capaz de conectar los cables de un marcapasos. Los científicos de la Universidad de Pittsburgh, que han participado en el diseño de este prototipo, aseguran que la cirugía podría llevarse a cabo bajo anestesia local. Una pequeña incisión bajo la caja torácica del paciente basta para colocar este robot miniatura en la superficie del corazón. El robot cuenta con una aguja que puede utilizarse para inyectar células madre y genes del factor de crecimiento, así como para tomar muestras de tejido de la superficie del corazón. HeartLander mide, en su posición contraída, 2 centímetros de largo y puede avanzar hasta 18 centímetros por minuto. En la investigación quedó demostrado que el pequeño aparato no alteró el ritmo del corazón ni tampoco encontraron pruebas de que las ventosas hubieran dañado el tejido cardiaco. El siguiente paso será realizar tests parecidos en el corazón de una oveja y posteriormente en cadáveres humanos. (INESE. es-Boletín Sanitario semanal)