El Hospital Central de Oviedo logra minimizar las tasas de mortalidad en los injertos de médula ósea de donante
El balance es elocuente: 46 trasplantes realizados y sólo una muerte a lo largo del proceso. «Es un porcentaje comparable al de los mejores centros del mundo», afirma Carlos Vallejo, hematólogo del Hospital Central de Asturias, en referencia a los trasplantes de médula ósea, células madre y cordón umbilical llevados a cabo en el complejo sanitario ovetense a partir de tejido procedente de un donante.
Fue a finales de 2008 cuando el Hospital Central puso en marcha el programa de trasplante hematopoyético. Desde entonces, han sido 46 los injertos practicados. En 24 el donante era un pariente del receptor y en los 22 restantes fue necesario recurrir a los registros de donantes nacionales e internacionales (Alemania se ha convertido en el principal suministrador). De éstos últimos, 14 son de médula ósea, 6 de cordón umbilical y 2 de células madre extraídas de la sangre.
Los trasplantes de cordón umbilical se iniciaron el pasado mes de junio. El doctor Vallejo da por superadas las dudas acerca de la utilidad de estas células -obtenidas en el momento mismo del parto- y de los bancos destinados a almacenarlas.
Carlos Vallejo es el responsable de un programa de trasplantes que en términos coloquiales se denominan de médula ósea, pero que en realidad aglutinan injertos de tres tipos de tejido: médula ósea, progenitores hematopoyéticos y cordón umbilical. En el momento de la puesta en marcha del proyecto, el mayor reto lo constituían las intervenciones realizadas a partir de donantes no emparentados con el receptor, pues suponen complicaciones adicionales. Hasta entonces, los asturianos con enfermedades de la sangre (leucemia, aplasia medular, mieloma y algunas enfermedades congénitas, principalmente) tenían que desplazarse a otras comunidades tanto para el trasplante como para el estudio previo y el seguimiento posterior.
En términos globales, más del 70 por ciento de los procesos es realizado en pacientes enviados por otros hospitales de Asturias, pues el Central es el único de la región que lleva a cabo intervenciones de esta naturaleza. Carlos Vallejo atribuye «al rigor y al cuidado de los pequeños detalles» el éxito de las estadísticas de supervivencia.
En los injertos con médula del propio paciente, la experiencia del Hospital Central de Asturias se remonta a 1988. Desde ese año, y sumando unos y otros, el complejo sanitario totaliza 583 trasplantes hematopoyéticos. El doctor Vallejo subraya la notable ampliación del espectro de pacientes susceptibles de someterse a un injerto de médula ósea. El más veterano de los intervenidos en el centro ovetense tenía 70 años.El primer trasplante de cordón umbilical de la región se realizó el pasado mes de junio y ya se han practicado seis
Fue a finales de 2008 cuando el Hospital Central puso en marcha el programa de trasplante hematopoyético. Desde entonces, han sido 46 los injertos practicados. En 24 el donante era un pariente del receptor y en los 22 restantes fue necesario recurrir a los registros de donantes nacionales e internacionales (Alemania se ha convertido en el principal suministrador). De éstos últimos, 14 son de médula ósea, 6 de cordón umbilical y 2 de células madre extraídas de la sangre.
Los trasplantes de cordón umbilical se iniciaron el pasado mes de junio. El doctor Vallejo da por superadas las dudas acerca de la utilidad de estas células -obtenidas en el momento mismo del parto- y de los bancos destinados a almacenarlas.
Carlos Vallejo es el responsable de un programa de trasplantes que en términos coloquiales se denominan de médula ósea, pero que en realidad aglutinan injertos de tres tipos de tejido: médula ósea, progenitores hematopoyéticos y cordón umbilical. En el momento de la puesta en marcha del proyecto, el mayor reto lo constituían las intervenciones realizadas a partir de donantes no emparentados con el receptor, pues suponen complicaciones adicionales. Hasta entonces, los asturianos con enfermedades de la sangre (leucemia, aplasia medular, mieloma y algunas enfermedades congénitas, principalmente) tenían que desplazarse a otras comunidades tanto para el trasplante como para el estudio previo y el seguimiento posterior.
En términos globales, más del 70 por ciento de los procesos es realizado en pacientes enviados por otros hospitales de Asturias, pues el Central es el único de la región que lleva a cabo intervenciones de esta naturaleza. Carlos Vallejo atribuye «al rigor y al cuidado de los pequeños detalles» el éxito de las estadísticas de supervivencia.
En los injertos con médula del propio paciente, la experiencia del Hospital Central de Asturias se remonta a 1988. Desde ese año, y sumando unos y otros, el complejo sanitario totaliza 583 trasplantes hematopoyéticos. El doctor Vallejo subraya la notable ampliación del espectro de pacientes susceptibles de someterse a un injerto de médula ósea. El más veterano de los intervenidos en el centro ovetense tenía 70 años.El primer trasplante de cordón umbilical de la región se realizó el pasado mes de junio y ya se han practicado seis
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