El Nobel de Medicina premia los avances en inmunología y vacunas
Los descubrimientos que han recibido el Premio Nobel 2011 han aportado luz sobre los mecanismos de activación y de regulación del sistema inmune. Han hecho posible el desarrollo de nuevos métodos para prevenir y tratar las enfermedades, por ejemplo, a través de la mejora de vacunas contra infecciones o mediante la estimulación del sistema inmune para atacar a los tumores. Estos descubrimientos también ayudan a entender los motivos por los que el sistema inmune puede atacar a sus propios tejidos, aportando pistas para nuevos tratamientos o enfermedades inflamatorias.
Larga búsqueda
Durante años los científicos han buscado a los responsables de la activación de la respuesta inmunológica por la que los seres humanos y los animales pueden defenderse frente a los ataques de las bacterias y otros microorganismos. Beutler y Hoffmann descubrieron un receptor proteíco que puede reconocer esos microorganimos y activar la inmunidad innata, el primer paso de la respuesta inmunológica. Por su parte, Steinman identificó las células dendríticas del sistema inmune y su poder para activar y regular la capacidad inmune adaptativa.
Los descubrimientos de los tres laureados han revelado las distintas fases innatas y adaptativas de activación de la respuesta inmune lo que abre nuevas vías para desarrollar tratamientos y medidas preventivas contra las infecciones, el cáncer y las enfermedades inflamatorias.
Beutler y Hoffman compartirán la mitad del premio por sus descubrimientos relativos a la activación de la inmunidad innata y Steinman obtendrá la otra mitad por sus descubrimientos sobre la célula dendrítica y su función en la inmunidad adaptativa.
Bruce A. Beutler, Jules A. Hoffmann y Ralph M. Steinman han ganado el Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2011 por sus aportaciones a la inmunología y las vacunas, según ha comunicado Instituto Karolinska de Suecia que concede este prestigioso galardón.Inmunidad innata
En 1996, unja investigación pionera de Hoffman analizó cómo las moscas de la fruta combatían las infecciones. Hoffman tuvo acceso a diferentes tipos de moscas con mutaciones en distintos genes, incluidos los Toll, e introdujo una infección en sus moscas por la que descubrió que las mutaciones Toll se desaparecían al no poder realizar una defensa efectiva. Asimismo, concluyó que estos genes estaban envueltos en la percepción de los microorganismos patogénicos y que la activación Toll era necesaria para luchar contra ellos.
Por su parte, Beutler buscó durante años un receptor que pudiese unir el LPS, que provoca los choques sépticos, con una enfermedad relacionada con la sobreestimulación del sistema inmune. En 1998, descubrió que los ratones resistentes a LPS tenían una mutación genética muy similar a la mutación de los genes Toll de las moscas de la fruta.
Cuando los receptores Toll (TLR) se unen a LPS, las señales se activan y provocan la inflamación y, si las dosis de LPS son excesivas se producen los choques sépticos. Estos hallazgos demuestran que las moscas de la fruta y los mamíferos usan moléculas similares para activar la inmunidad innata.
Desde entonces se han hallado alrededor de una docena de TLR en seres humanos y ratones. Cada uno de ellos es capaz de reconocer diferentes tipos de moléculas en los microorganismos. Los individuos con algunas mutaciones de estos receptores tienen más riesgo de infecciones, mientras que otros tipos de TLR están relacionados con el incremento del riesgo de padecer enfermedades crónicas inflamatorias.
Larga búsqueda
Durante años los científicos han buscado a los responsables de la activación de la respuesta inmunológica por la que los seres humanos y los animales pueden defenderse frente a los ataques de las bacterias y otros microorganismos. Beutler y Hoffmann descubrieron un receptor proteíco que puede reconocer esos microorganimos y activar la inmunidad innata, el primer paso de la respuesta inmunológica. Por su parte, Steinman identificó las células dendríticas del sistema inmune y su poder para activar y regular la capacidad inmune adaptativa.
Los descubrimientos de los tres laureados han revelado las distintas fases innatas y adaptativas de activación de la respuesta inmune lo que abre nuevas vías para desarrollar tratamientos y medidas preventivas contra las infecciones, el cáncer y las enfermedades inflamatorias.
Beutler y Hoffman compartirán la mitad del premio por sus descubrimientos relativos a la activación de la inmunidad innata y Steinman obtendrá la otra mitad por sus descubrimientos sobre la célula dendrítica y su función en la inmunidad adaptativa.
Bruce A. Beutler, Jules A. Hoffmann y Ralph M. Steinman han ganado el Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2011 por sus aportaciones a la inmunología y las vacunas, según ha comunicado Instituto Karolinska de Suecia que concede este prestigioso galardón.Inmunidad innata
En 1996, unja investigación pionera de Hoffman analizó cómo las moscas de la fruta combatían las infecciones. Hoffman tuvo acceso a diferentes tipos de moscas con mutaciones en distintos genes, incluidos los Toll, e introdujo una infección en sus moscas por la que descubrió que las mutaciones Toll se desaparecían al no poder realizar una defensa efectiva. Asimismo, concluyó que estos genes estaban envueltos en la percepción de los microorganismos patogénicos y que la activación Toll era necesaria para luchar contra ellos.
Por su parte, Beutler buscó durante años un receptor que pudiese unir el LPS, que provoca los choques sépticos, con una enfermedad relacionada con la sobreestimulación del sistema inmune. En 1998, descubrió que los ratones resistentes a LPS tenían una mutación genética muy similar a la mutación de los genes Toll de las moscas de la fruta.
Cuando los receptores Toll (TLR) se unen a LPS, las señales se activan y provocan la inflamación y, si las dosis de LPS son excesivas se producen los choques sépticos. Estos hallazgos demuestran que las moscas de la fruta y los mamíferos usan moléculas similares para activar la inmunidad innata.
Desde entonces se han hallado alrededor de una docena de TLR en seres humanos y ratones. Cada uno de ellos es capaz de reconocer diferentes tipos de moléculas en los microorganismos. Los individuos con algunas mutaciones de estos receptores tienen más riesgo de infecciones, mientras que otros tipos de TLR están relacionados con el incremento del riesgo de padecer enfermedades crónicas inflamatorias.
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