España proyecta el primer hospital virtual de Europa
Miguel llega por la tarde al hospital con la cara descompuesta por el dolor y es atendido en el mostrador de información. "Creo que tengo un infarto", dice. Un minuto después, aparece una camilla, justo cuando el paciente se desmaya. "Hay que reanimarlo", grita la enfermera, mientras la tensión aumenta progresivamente en la unidad.
Esta situación podría ocurrir en cualquier centro hospitalario si no fuera porque Miguel es, en realidad, un avatar robotizado cuya voz en off está programada. Así será, dentro de unos años, la vida diaria en el Hospital Virtual de Valdecilla, en Santander, un edificio de siete plantas que se convertirá en el primer centro virtual exclusivo en toda Europa. Sólo hay otros tres en el mundo: dos en EEUU (Texas y Arizona) y otro más en Tel Aviv (Israel).
Esta iniciativa pionera, consensuada con instructores de la Universidad de Harvard, pretende entrenar a estudiantes de medicina, médicos residentes y todo tipo de profesionales sanitarios en un ámbito lo más realista posible."Los robots se quejan, adquieren vida propia, emiten signos químicos y enfermedades muy similares a las de los humanos; conseguimos recrear la realidad con la ventaja de que el paciente no sufre", explicaba ayer el futuro director del centro, Ignacio del Moral, en un acto en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.El edificio de siete plantas, ubicado en Santander, recreará para los médicos residentes todas las experiencias de la práctica clínica mediante pacientes robotizados que se comportan como humanosAunque no hay aún presupuesto asignado, Castillo calcula que la construcción del complejo rondará los 18 millones de euros. Su apariencia intentará recrear con la máxima fidelidad la propia de un hospital. "Habrá quirófanos, salas de habilidades y laboratorios estructurados en varios departamentos, como en un centro normal", apostilla Del Moral.
El edificio, no obstante, podrá descartar habitáculos y sistemas propios de hospitales al no haber pacientes ni familiares. Desaparecerá, por tanto, el servicio de cocina y cafetería, así como comedores, lavandería o salas de espera. A cambio, contará con un sistema audiovisual "impresionante", según Castillo, con cámaras de televisión en todas las salas para inspeccionar y evaluar el rendimiento de los residentes, así como un estudio de grabación. "Será como un Gran hermano profesional", ilustra el arquitecto, que también ha confirmado la creación de aulas para clases teóricas y salas de reuniones para discutir y debatir fallos y aciertos.
Esta situación podría ocurrir en cualquier centro hospitalario si no fuera porque Miguel es, en realidad, un avatar robotizado cuya voz en off está programada. Así será, dentro de unos años, la vida diaria en el Hospital Virtual de Valdecilla, en Santander, un edificio de siete plantas que se convertirá en el primer centro virtual exclusivo en toda Europa. Sólo hay otros tres en el mundo: dos en EEUU (Texas y Arizona) y otro más en Tel Aviv (Israel).
Esta iniciativa pionera, consensuada con instructores de la Universidad de Harvard, pretende entrenar a estudiantes de medicina, médicos residentes y todo tipo de profesionales sanitarios en un ámbito lo más realista posible."Los robots se quejan, adquieren vida propia, emiten signos químicos y enfermedades muy similares a las de los humanos; conseguimos recrear la realidad con la ventaja de que el paciente no sufre", explicaba ayer el futuro director del centro, Ignacio del Moral, en un acto en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.El edificio de siete plantas, ubicado en Santander, recreará para los médicos residentes todas las experiencias de la práctica clínica mediante pacientes robotizados que se comportan como humanosAunque no hay aún presupuesto asignado, Castillo calcula que la construcción del complejo rondará los 18 millones de euros. Su apariencia intentará recrear con la máxima fidelidad la propia de un hospital. "Habrá quirófanos, salas de habilidades y laboratorios estructurados en varios departamentos, como en un centro normal", apostilla Del Moral.
El edificio, no obstante, podrá descartar habitáculos y sistemas propios de hospitales al no haber pacientes ni familiares. Desaparecerá, por tanto, el servicio de cocina y cafetería, así como comedores, lavandería o salas de espera. A cambio, contará con un sistema audiovisual "impresionante", según Castillo, con cámaras de televisión en todas las salas para inspeccionar y evaluar el rendimiento de los residentes, así como un estudio de grabación. "Será como un Gran hermano profesional", ilustra el arquitecto, que también ha confirmado la creación de aulas para clases teóricas y salas de reuniones para discutir y debatir fallos y aciertos.
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