Los farmacéuticos alertan de que deberán dejar de vender medicamentos de la Seguridad Social si no cobran
Los farmacéuticos advierten de que si la Administración no les abona lo que les debe deberán dejar de dispensar medicamentos de la Seguridad Social y sólo podrán facilitar los que se paguen al contado. Hasta ahora, llevan un retraso de dos meses en el abono de las facturas de los medicamentos. De hecho, el miércoles deberían cobrar el mes de agosto, aunque no tienen ninguna garantía de que se cumpla este compromiso. Así lo ha explicado Elena Carazo, farmacéutica y portavoz de los 200 compañeros de profesión que hoy se manifestaron en la sede del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona para reclamar una solución, y que ha alertado de que no podrán afrontar el pago de este mes.
Este lunes fue la primera movilización convocada viernes a través del boca-oreja entre los farmacéuticos ante la sede del colegio profesional. Carazo ha comentado que su presidente, Jordi de Dalmases, "se ha movido por todas partes, lo ha intentado todo y no tiene respuestas". En caso de no llegar a ningún acuerdo con la Generalitat ni obtener créditos de los bancos, los farmacéuticos temen verse obligados a no dispensar medicamentos de la Seguridad Social.
El presidente del Colegio de Farmacéuticos se reúne con entidades bancarias para intentar obtener financiación Es lo último que nos gustaría hacer porque hay mucha gente que no podría hacer frente al gasto de sus medicamentos, pero nosotros, como farmacia, tampoco tenemos dinero para pagar la medicación del barrio. Por eso, buscamos un acuerdo para no tener que tomar esta medida drástica, comentó la portavoz de los farmacéuticos. "No es que no queramos, es que no podremos soportar este gasto", insistió Carazo, que ha dejado claro que no podrán "aguantar este mes".
El 70% de los medicamentos que dispensan corresponden a recetas de la Seguridad Social y de momento, dejar de suministrarles es la única salida que ven los farmacéuticos, a menos que los proveedores accedieran a aplazarlos las facturas y aceptar las condiciones de cobro vinculadas al pago de la Seguridad Social.
De hecho, el conseller de Salut, Boi Ruiz, manifestó el pasado 23 de septiembre que los pagos que antes se hacían en 30 días, ahora se podían alargar "hasta los 60 o 70". En una entrevista en TVE, Ruiz dijo entonces que la Generalitat tenía "dinero suficiente", pero que se había hecho "una reprogramación de la tesorería para hacer frente a la obligación primera que es pagar la nómina". Horas después, la Federación de Asociaciones de Farmacias de Catalunya (FEFAC) advertía al conseller que no podían asumir este recuerdo y que un 27% de las farmacias "estaban al límite de la supervivencia".
Otras quejas que pueden llevar los facultativos a endurecer sus protestas son, según denuncian, que las normativas y obligaciones "se imponen siempre a golpe de decreto ley" y que estas "nunca son consensuadas". También argumentan que el "mal llamado gasto farmacéutico" no aumenta al mismo ritmo "o incluso disminuye".
Este lunes fue la primera movilización convocada viernes a través del boca-oreja entre los farmacéuticos ante la sede del colegio profesional. Carazo ha comentado que su presidente, Jordi de Dalmases, "se ha movido por todas partes, lo ha intentado todo y no tiene respuestas". En caso de no llegar a ningún acuerdo con la Generalitat ni obtener créditos de los bancos, los farmacéuticos temen verse obligados a no dispensar medicamentos de la Seguridad Social.
El presidente del Colegio de Farmacéuticos se reúne con entidades bancarias para intentar obtener financiación Es lo último que nos gustaría hacer porque hay mucha gente que no podría hacer frente al gasto de sus medicamentos, pero nosotros, como farmacia, tampoco tenemos dinero para pagar la medicación del barrio. Por eso, buscamos un acuerdo para no tener que tomar esta medida drástica, comentó la portavoz de los farmacéuticos. "No es que no queramos, es que no podremos soportar este gasto", insistió Carazo, que ha dejado claro que no podrán "aguantar este mes".
El 70% de los medicamentos que dispensan corresponden a recetas de la Seguridad Social y de momento, dejar de suministrarles es la única salida que ven los farmacéuticos, a menos que los proveedores accedieran a aplazarlos las facturas y aceptar las condiciones de cobro vinculadas al pago de la Seguridad Social.
De hecho, el conseller de Salut, Boi Ruiz, manifestó el pasado 23 de septiembre que los pagos que antes se hacían en 30 días, ahora se podían alargar "hasta los 60 o 70". En una entrevista en TVE, Ruiz dijo entonces que la Generalitat tenía "dinero suficiente", pero que se había hecho "una reprogramación de la tesorería para hacer frente a la obligación primera que es pagar la nómina". Horas después, la Federación de Asociaciones de Farmacias de Catalunya (FEFAC) advertía al conseller que no podían asumir este recuerdo y que un 27% de las farmacias "estaban al límite de la supervivencia".
Otras quejas que pueden llevar los facultativos a endurecer sus protestas son, según denuncian, que las normativas y obligaciones "se imponen siempre a golpe de decreto ley" y que estas "nunca son consensuadas". También argumentan que el "mal llamado gasto farmacéutico" no aumenta al mismo ritmo "o incluso disminuye".
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