La medicina avanza a pasos de gigante. Dolencias que hace diez años requerían una semana de hospitalización hoy se resuelven con cirugía ambulatoria, y ya nadie se extraña cuando los medios de comunicación informan de que cirujanos pioneros han extirpado un riñón o la vesícula a través del ombligo. Muchos de estos logros deben su éxito a la tecnología sanitaria, especialmente al diagnóstico por imagen. Un ejemplo de ellos es la tomografía axial computerizada, más conocida por TAC, una técnica radiológica que lleva más de 30 años en funcionamiento con importantes avances en el desarrollo de la adquisición de imágenes y con diversas aplicaciones clínicas. Una de las últimas innovaciones en este campo es el TAC de 64 cortes. Su principal ventaja es que consigue imágenes de mayor calidad y definición, y que la prueba se realiza en menos tiempo. La principal aplicación clínica del nuevo TAC son los estudios vasculares y cardiacos. La posibilidad de adquirir imágenes en tiempos muy cortos permite tomar una fotografía del corazón en un instante de congelación: entre la sístole (contracción) y la diástole (relajación). Asimismo, con el nuevo aparato se alcanza a ver con detalle vasos de muy pequeño calibre. De este modo, se puede llegar a decir que la angiografía diagnóstica puede ser sustituida por esta prueba exploratoria. Los misterios del árbol coronario están siendo destapados en tan sólo 5 segundos por este nuevo sistema que permite descartar, con una eficacia del 100%, la existencia de enfermedad coronaria. (Boletín Sanitario Semanal)