La digitalización propicia el avance hacia la madurez de la relación médico-paciente
Salud y digitalización van de la mano. Y lo van porque son un tándem necesario. Tras la pandemia, la telemedicina pasó al siguiente nivel, consolidándose como una práctica habitual. Ésta es la tendencia y así es cómo se presenta la relación médico-paciente en el presente y futuro. La expansión de este servicio moderno es prometedora y ayudará enormemente a garantizar un contento general en torno a la atención médica.
Concretamente en España, es innegable la transformación que ha experimentado el sector en los últimos años y cómo la calidad de la atención sanitaria se ha visto seriamente erosionada. En este escenario, la digitalización ha hecho realidad la promesa de la atención médica accesible, sin importar dónde y cuándo. Las consultas en línea y el monitoreo remoto son servicios cruciales que están ahí, en el plano digital, para proteger tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios.
Porque el auge de la digitalización también ha abierto nuevas oportunidades para los médicos, no lo olvidemos. Los profesionales pueden ahora gestionar su tiempo de manera más eficiente, llegar a un público más amplio y mejorar su visibilidad en el mercado. Y no solo eso, pues el crecimiento del healthtech ha dado lugar a nuevos modelos de negocio que tienen por fin la capacidad de ofrecer un servicio personalizado a los pacientes, algo determinante cuando hablamos de atraer y retener.
Como casi siempre, una oportunidad lleva un reto asociado, y viceversa. En este caso, es importante encontrar un punto de equilibrio entre la interacción con el paciente y el tiempo de calidad del profesional. La digitalización también trabaja mucho ese aspecto, por ejemplo, con la automatización de la agenda y la gestión de citas, haciendo que los médicos se centren en lo que realmente importa, el paciente. Además, el acceso a datos, análisis, históricos, etc., ayudan a agilizar las decisiones y la personalización de los tratamientos. Digamos que la innovación en los servicios digitales siempre se orienta hacia cómo pacientes y profesionales pueden encajar sus necesidades a la perfección.
Mención especial a la irrupción de la inteligencia artificial (IA), que está revolucionando el campo de la medicina y la gestión de centros de salud al introducir mejoras en la eficiencia operativa y en los procesos de toma de decisiones. Estamos viendo, por ejemplo, el impacto de los modelos copiloto, donde recibimos el apoyo continuo de un asistente inteligente que nos ayuda a agilizar y automatizar tareas. Esto será clave en el futuro.
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