Los edificios sanitarios como hospitales, clínicas o laboratorios cuentan con dependencias con requerimientos especiales, como son las salas de ambiente controlado. Este tipo de espacios están especialmente diseñados para controlar y mantener condiciones ambientales específicas de temperatura, humedad, presión, iluminación o pureza del aire.

En este sentido, es de suma importancia que los accesos a estas salas garanticen la integridad del ambiente controlado para prevenir la entrada de partículas contaminantes o la fuga de agentes infecciosos. Estas características específicas se logran de forma óptima gracias a las puertas herméticas, asegurando la circulación del aire en un único sentido asegurando la estanqueidad de los puntos de acceso.

Los arquitectos y constructores de edificios integran los accesos inteligentes en las salas de ambiente controlado cuando diseñan sus nuevos proyectos sanitarios. Son elementos que ayudan a los gestores y directores de centros hospitalarios a garantizar la salud de las personas que están en el interior del edificio. Las puertas automáticas son esenciales para garantizar la seguridad de los pacientes, el personal médico, el resto de personal y los visitantes que frecuentan las instalaciones.

Por ejemplo, en las salas de aislamiento y en las unidades de cuidados intensivos, las puertas herméticas permiten la entrada y salida controlada de personal y suministros, manteniendo un ambiente estéril y seguro para el paciente. Además, las puertas herméticas son especialmente importantes en áreas de aislamiento y control de infecciones, donde el acceso no autorizado puede poner en riesgo la salud.

A la hora de presurizar una sala para impedir la entrada o salida de partículas, las puertas automáticas herméticas se colocan en disposición de esclusa. Así la segunda puerta solo se abre cuando la primera ya se ha cerrado, disponiendo en todo momento de una puerta hermética cerrada que impide la pérdida de presión de la sala.