Diseñar con anticipación: Equipamiento y preinstalaciones como parte del diseño hospitalario integral

Guadalupe González Nagy, Meirovich Consulting | SEPTIEMBRE 2025
Arquitectura Diseño y Reflexión Instalaciones Equipamiento Médico Diseñar con anticipación: Equipamiento y preinstalaciones como parte del diseño hospitalario integral

Este artículo fue publicado originalmente en el Anuario 2025 de la Asociación Argentina de Arquitectura e Ingeniería Hospitalaria (AADAIH). Puedes ver la versión original haciendo clic aquí.

 

En los proyectos de infraestructura hospitalaria, el diseño arquitectónico suele ocupar el centro de la escena. Planos, fachadas, circulaciones, criterios de iluminación natural y orientación son debatidos extensamente en fases tempranas. Sin embargo, con frecuencia el equipamiento médico y sus requerimientos técnicos quedan relegados a etapas posteriores, asumidos como un componente independiente, subordinado a la arquitectura. Esta desconexión entre disciplinas no solo genera errores costosos, sino que afecta directamente la experiencia de quienes trabajan y se atienden en estos espacios y genera frustraciones especialmente en contextos con recursos limitados.

Este artículo propone una mirada alternativa: incorporar el equipamiento como parte central del diseño desde la etapa conceptual. Porque anticipar no es simplemente prever; anticipar es también crear espacios que funcionen desde el primer día, sin sobresaltos ni improvisaciones.

 

El diseño más allá de la función

El diseño hospitalario no termina en la resolución de flujos o el cumplimiento de normas. Cada decisión técnica configura el uso cotidiano de los espacios y la experiencia de los pacientes, del personal médico y del personal de mantenimiento. Un tomacorriente mal ubicado puede impedir el funcionamiento de un equipo vital. Una red de gases no prevista obliga a demoler un muro terminado. Un refrigerador bloqueando una ventana reduce la luz natural y, con ella, el confort del personal.

En esta lógica, el equipamiento no es un accesorio: es parte viva del entorno construido. Un autoclave, una cabina de bioseguridad, un lavamanos clínico, son extensiones de las personas que los usan. Pensarlos desde el inicio es un acto de diseño responsable.

 

Observaciones desde el terreno

En proyectos recientes en contextos africanos, hemos podido constatar que cuando el diseño del edificio se realiza sin tener en cuenta la lista de equipos y sus requerimientos, los conflictos son inevitables y cada una de estas situaciones evidentemente supone un costo económico extra. La usencia de una instalación puede implicar semanas de retraso en obra, la corrección de un error de diseño puede implicar romper acabados ya terminados y todo esto puede evitarse si el equipamiento se integra desde el principio.

Equipos que no caben por las puertas, salas sin la potencia eléctrica suficiente o sin tomacorrientes suficientes, equipos mal dimensionados en plano (dibujados como de sobremesa y entregados como torre), autoclaves colocados en áreas sin drenaje, lavadoras industriales sin preinstalación de agua. Cada uno de estos casos genera modificaciones, aprobaciones de emergencia, retrasos, costos adicionales y en muchos casos, frustración del personal médico al no poder utilizar los equipos correctamente desde el primer día.

Algunos ejemplos específicos que podrían haberse evitado con una coordinación temprana:

  • Cuartos sucios de hospitalización sin drenajes adecuados para los fregaderos de residuos sólidos previstos cuya solución implicó reabrir pisos terminados para conectar al drenaje del suelo.

 

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Figura 02. Ejemplo de requisitos de preinstalación para equipos de un cuarto sucio

 

  • Drenajes para autoclaves que no soportan la alta temperatura de descarga de estos cuya solución es cambiar a tuberías de acero inoxidable o CPVC cuando el suelo ya está terminado.
  • Salas diseñadas para alojar refrigeradores donde las tomas eléctricas estaban justo en la fachada con ventanas. Resultado: Refrigeradores altos obstruyendo ventanas, cables cruzando espacios y en algunos casos reubicación de tomacorrientes que implicó hacer rozas en la pared cuando ya estaba terminada.

 

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Figura 03. Sala de refrigeradores con enchufes ubicados en ventanas

 

  • Equipos que requieren ductos de extracción al exterior, como las cabinas de bioseguridad, fueron instalados en salas sin ventilación prevista. En algunos casos, el techo debía bajarse para evitar pasos de ductos complejos, lo que afectó la instalación de luminarias y sistemas contra incendios.
  • Cámaras mortuorias que requieren espacio frontal para extraer camillas sin espacio para operar y sin ventilación para el compresor.

 

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Figura 04. Ejemplos de trabajos de obra para adaptar las salas antes de la instalación de los equipos

 

  • Mesas de laboratorio con instalaciones eléctricas integradas que no contemplaban la potencia real de algunos equipos, provocando la necesidad de instalar líneas adicionales o recolocación de los equipos médicos.

 

También hemos aprendido que una misma instalación puede ser compartida por varios equipos, pero no siempre es recomendable. Algunos modelos requieren circuitos eléctricos dedicados o no permiten que se combinen sus sistemas de extracción. Si estas condiciones no se conocen a tiempo, el diseño de la infraestructura puede resultar incompatible.

 

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