La imagen de los hospitales ha variado mucho en los últimos años tanto a nivel estético como en su estructura interna. Los nuevos edificios buscan amplitud, iluminación natural y, sobre todo, un equilibrio de espacios en función de la actividad sanitaria. Yel futuro Hospital Universitario de Toledo cumplirá este patrón porque será «un centro flexible» con un amplia dotación tecnológica en todas sus áreas. Por tanto, la unidad de hospitalización, uno de los servicios más destacados de un centro hospitalario, dispondrá de un importante espacio, de 6.391 metros cuadrados útiles en el complejo que se terminará de construir en el Polígono, pero a su vez perderá peso «en la imagen del hospital» gracias a los avances técnicos que permiten «la atención a pacientes ambulatorios con técnicas menos invasivas»que pueden marcharse a su casa en pocas horas.

El Plan Funcional ha resultado muy valioso para calcular las dimensiones en función de la actividad y las necesidades de la población. El documento, incluido en los pliegos de condiciones para optar a la construcción y explotación del hospital durante los próximos treinta años, revela que la unidad de hospitalización se adecuará «a la atención y cuidado de los pacientes durante su estancia en el hospital». Y para ello, se han diseñado habitaciones espaciosas, con vistas al exterior -en la medida de lo posible- y una orientación adecuada. Se completarán con un área de trabajo para los profesionales, un aseo completo y dispondrán de un espacio orientado al acompañamiento familiar.