Cualquiera que padezca una enfermedad del corazón lo sabe: conseguir llegar a la asistencia sanitaria es un camino largo. El paciente acude al médico de cabecera. Este le indica que pida cita con el cardiólogo y ahí se suelen abrir seis meses de espera. Luego tiene que desplazarse hasta el Hospital Meixoeiro y contar de nuevo su problema al especialista. El médico le pedirá pruebas y el paciente tendrá que acudir una o dos veces más al hospital, según el número de pruebas. Aún le falta otra vista para conocer los resultados y saber cuál es su tratamiento.

Ese es el camino clásico. Y los cardiólogos del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo quieren acabar con él porque, dicen, no soluciona los problemas. Junto con los médicos de familia, acaban de poner en marcha un proyecto de telecardiología que, según los primeros resultados, ya evita entre el 20 y el 25 % de las consultas del servicio de cardiología del Chuvi.

Cuando el paciente acude al médico de cabecera por un problema cardíaco, este ya le puede hacer una analítica y un electrocardiograma. Se lo remite por vía telemática a los cardiólogos del hospital, aprovechando una aplicación dentro del sistema Ianus de historia clínica. Lo mismo ocurre con pacientes que van al médico para revisiones o seguimientos de tratamientos.

En el hospital, el especialista ve las pruebas en el ordenador, junto con las indicaciones que del médico de cabecera, que puede expresar ya una primera sospecha. Tiene acceso, además, a la historia clínica y farmacológica. De este modo, puede resolver el problema al momento, indicándole al médico de primaria qué tratamiento prescribir al paciente o si debe subir o bajar la dosis de un fármaco. En uno de cada cuatro casos se evita al paciente tener que acudir al Meixoeiro.

Si el cardiólogo no logra resolver el problema por vía telemática, se cita al paciente y sí va al Meixoeiro. Los cardiólogos están especialmente contentos con esta parte del programa. Al paciente se le cita por una vía preferente y, sobre todo, de manera dirigida, filtrando los que son graves de los que no lo son. «Cuando vienen ya sabemos qué pueden tener y qué pruebas les vamos a hacer, es una consulta dirigida», dice el jefe del servicio de Cardiología, Andrés Íñiguez. De este modo, en una consulta de acto único -también llamada de alta resolución- se le atiende, se le practican todas las pruebas necesarias y se le ofrece un tratamiento en el mismo día. Entre ambas vías, las que se resuelven por vía telemática y las que no, al 70 % de los pacientes se les da de alta el día de la consulta.
Los médicos de cabecera envían pruebas al hospital y ya resuelven casos