Laboratorios: espacios de planta libre en entornos sanitarios
Adaptación: Juan Negreira, Doctor ingeniero acústico y Concept DEveloper en Ecophon España.
La pandemia de la COVID-19 ha provocado una gran demanda de recursos sanitarios. Debido a esto, las actividades de los laboratorios se dispararon debido al rápido aumento de las pruebas.
En hospitales y clínicas, los laboratorios operan y sirven principalmente a los ámbitos de la investigación y los análisis relacionados con los pacientes. En las estructuras privadas, hay laboratorios más especializados en los que se pueden realizar diversos análisis biológicos con distintos fines, ya sean médicos o no.
Una cosa que todos estos laboratorios tienen en común son los requisitos de higiene, limpieza y mantenimiento. Es fundamental no contaminar las muestras que se van a analizar para garantizar unos resultados correctos; ya que un error puede tener enormes consecuencias. Los laboratorios son un recurso clave en el proceso médico, y su diseño dependerá del nivel de riesgo higiénico.
Menos obvio, pero de igual importancia, es el entorno acústico dentro de los laboratorios. Los profesionales que trabajan en estos espacios suelen estar expuesto a niveles de ruido elevados debido al diseño. ¿Por qué? Principalmente por dos razones:
1. Los laboratorios están diseñados con superficies duras y reflectantes con fines higiénicos.
2. Los equipos tecnológicos utilizados para los análisis de muestras emiten altos niveles de ruido, los cuales se acentúan a causa también del primer punto.
Esto hace que el entono de trabajo sea muy incómodo, sobre todo teniendo en cuenta que el trabajo de laboratorio requiere altos niveles de concentración.
Son pocas las normas y reglamentos que abordan los aspectos acústicos de estos espacios, centrándose más bien en los requisitos de higiene (exposición a agentes biológicos, procedimientos de limpieza, etc.). A continuación se enumeran las normas acústicas internacionales que tienen en cuenta los entornos de laboratorio:
La norma acústica alemana DIN 18041 [1] comprende dos subcategorías que afectan a los laboratorios: Raumgruppe B3 y B4 (la diferencia radica en si contienen un "lugar de trabajo permanente" o no). En este caso, la comunicación en distancias cortas y la reducción del nivel de ruido se consideran esenciales, por lo que se recomienda la introducción de una determinada cantidad de material fonoabsorbente en relación con el volumen del espacio (estipulado mediante la relación A/V). Además, el Reglamento Técnico para las Empresas (ASR A3.7 –también alemán) [2] exige niveles máximos de ruido en función de las tareas. En el caso de los laboratorios, no deben superarse niveles medios de 70 dB(A). Además, el coeficiente medio de absorción acústica de todas las superficies (entre 250Hz-2kHz) deberá ser ᾱ ≥ 0,3, incluido el mobiliario.
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