Como despacho de arquitectura especializado en arquitectura sanitaria en PMMT cuando seleccionamos los materiales con los cuales vamos a dar forma a los espacios interiores pensamos en la creación de ambientes que posean la capacidad de acoger al usuario, que en muchos casos tendrá que pasar largas horas en ellos, generando un entorno confortable, cálido y humanizado.

Al mismo tiempo debemos asegurarnos de que los materiales elegidos al diseñar un espacio proporcionen la mayor seguridad para sus usuarios, teniendo en cuenta su materialidad, para que puedan desinfectarse con facilidad y que no presenten componentes tóxicos.

Los materiales de construcción, hoy en día, se eligen con base a tres factores básicos, sus prestaciones, su coste y la estética. Nosotros creemos que es importante añadir un factor más, el factor salud, para asegurar una elección acertada y evitar efectos negativos en los usuarios de los espacios diseñados.

Desde PMMT creemos que la arquitectura puede influir positivamente en el proceso de curación de un paciente a través de una selección adecuada de los materiales de construcción que garanticen la óptima calidad del aire interior. Esto adquiere una mayor importancia cuando se trata de entornos hospitalarios ya que gran parte de sus usuarios están en una situación de mayor sensibilidad frente a la presencia de sustancias tóxicas en el ambiente debido a su debilitado estado de salud.

Evidentemente en el índice de salud de un espacio interior son muchos los factores a tener en cuenta, como son la ventilación, la iluminación o la acústica e incluso el grado de ocupación de un espacio, pero la elección de los materiales a utilizar tiene más importancia de la que podemos imaginar a simple vista.

Se tiende a menudo a minimizar la importancia del impacto que tienen los materiales sobre la calidad del aire de un espacio interior porque no ocasionan efectos adversos inmediatos para la salud si no que estos pueden aparecer tras largos períodos de tiempo de exposición, lo cual los hace más difíciles de detectar.

Sin embargo, sus efectos negativos son capaces de alterar tanto la salud física como emocional de los ocupantes de un determinado edificio, provocando elevados niveles de estrés, disminución del rendimiento de los trabajadores y causando malestar e incluso problemas de salud graves en sus ocupantes, como son alergias, cefaleas, afecciones a la salud reproductiva e incluso determinadas formas de cáncer, tan solo hace falta pensar en el número creciente de edificios afectados por el síndrome del edificio enfermo, patología relacionada con la concentración de químicos en interiores, intolerancia a redes wifi o sensibilidad a campos electromagnéticos, para ver que se trata de un hecho grave y más generalizado de lo que se cree.

Actualmente existen diversos estudios y publicaciones sobre materiales y espacios perjudiciales para la salud, pero en general se centran en aspectos muy específicos y es difícil encontrar una fuente que presente información clara sobre todos los aspectos concernientes al impacto sobre la salud de los materiales de construcción.

Departamento de Traumatología Lenox Corachan

Desde PMMT Forward Thinking Healthcare Architecture hemos elaborado una metodología que nos permite conocer, basándonos en datos certificados científicamente, las características relacionadas con la salud de los materiales analizados. Esta metodología se plasma en la biblioteca de materiales saludables Friendly Materials.