Un respiro para la mente atormentada. Espacios naturales y de apoyo como herramienta terapéutica
El siguiente texto corresponde a la Tesis doctoral de Anne Hagerup del Institute of Health and Care Sciences de la Universidad de Gothenburg. Creemos que puede ser de interés para los usuarios de Hospitecnia.
Los trastornos de salud mental son un problema de salud importante en todo el mundo y están asociados a una disminución de la esperanza de vida, sufrimiento y cargas económicas. Un requisito previo para el tratamiento de los trastornos mentales es que la persona se encuentre en un entorno que se perciba como seguro y de apoyo, y que pueda promover la salud y el bienestar.
El objetivo general de esta tesis era explorar el impacto de los entornos construidos (interiores y exteriores) y la integración de la naturaleza en los entornos terapéuticos. En concreto, esta investigación evaluó el diseño arquitectónico de un nuevo centro de salud mental desde la perspectiva del personal involucrado en la planificación y el diseño, los terapeutas, el personal y los pacientes.
Basada en entrevistas cualitativas con 51 participantes, esta tesis propone mejorar la comprensión de los espacios naturales y de apoyo como herramienta terapéutica, revelando cómo el entorno físico puede influir e impactar en el trabajo y los entornos terapéuticos.
En concreto, este trabajo evaluó las perspectivas de las personas involucradas en la planificación y el diseño de la nueva instalación, como los terapeutas, el personal psiquiátrico y los pacientes. Mediante el uso de diversos métodos, como entrevistas cualitativas (tanto individuales como en grupos focales) y la metodología Photovoice, el objetivo era adentrarse en los mundos vitales de los participantes. Se utilizaron análisis interpretativos fenomenológicos y temáticos, basados en los temas existenciales del mundo vital de Van Manen y un enfoque hermenéutico fenomenológico, para investigar las experiencias vividas.
Entre los resultados generales, los entornos construidos pueden utilizarse activamente como herramientas en la psicoterapia, y no deben considerarse meramente como espacios neutros y pasivos para realizar y recibir psicoterapia. Más bien, deben experimentarse como lugares que pueden regular e influir tanto en los terapeutas como en los pacientes, así como en la relación entre ellos.
Los resultados del estudio II mostraron que los entornos favorables influyen en la salud mental de los pacientes y en las prácticas terapéuticas del personal. Por ejemplo, ofrecen opciones para nuevas necesidades de tratamiento, en contraste con los edificios más antiguos y obsoletos, que se perciben como un obstáculo para las condiciones de tratamiento adecuadas.
El estudio III reveló dilemas entre las barreras y las posibilidades de uso por parte del personal, ya que el nuevo entorno ofrecía numerosas posibilidades que podían utilizarse en las prácticas terapéuticas. Sin embargo, el personal señaló obstáculos organizativos para aprovechar estas oportunidades identificadas.
El estudio IV descubrió que los pacientes podían encontrar tranquilidad, estabilidad y descanso en el nuevo centro de salud mental gracias a su diseño favorable. Por lo tanto, estaban más abiertos a las intervenciones terapéuticas que aceleraban el proceso de recuperación. Las conclusiones de este estudio subrayan la importancia de tener en cuenta las características de diseño que abordan las diversas necesidades de los pacientes que reciben atención de salud mental.
Esta tesis destaca el papel del entorno construido en la atención de la salud mental. En lugar de servir simplemente como un telón de fondo neutral, el entorno físico moldea activamente los procesos terapéuticos y amplía los espacios terapéuticos, las experiencias de los pacientes y las prácticas del personal, por lo que debe considerarse una herramienta terapéutica.
Puedes revisar la investigación doctoral completa haciendo clic aquí.
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