Conectando mediante el espacio de trabajo

El ciclo de conferencias “Connecting through the workplace”, impulsado por ISS Iberia junto con el Instituto de Innovación Social de Esade, pretende analizar y debatir las principales estrategias que deberían incorporar las empresas en sus modelos de negocio, para anticiparse al futuro.

El futuro del trabajo y el impacto de la crisis de la COVID-19: una doble disrupción

La pandemia de la COVID-19 trajo consigo una recesión económica debida a la vulnerabilidad de varios sectores, implicando una desestabilización social. Por otra parte, se aceleraron las tendencias relacionadas con la cuarta revolución industrial, causada por la digitalización de las organizaciones. Este incremento del uso de la inteligencia artificial (big data, robotización, plataformas digitales…) ha provocado que las organizaciones se sumen a la transformación digital para poder mejorar sus servicios.     

Para generar puestos de trabajo inclusivos y accesibles hay que tener en cuenta ciertos puntos:

• La transformación digital y la adopción de la tecnología. Antes de la pandemia, los directivos y líderes empresariales a escala global ya utilizaban estos recursos para poder trabajar en remoto. Ahora, se ha detectado un mayor interés en digitalizar el trabajo para mantener un nivel de actividad razonable que ha permitido la digitalización de los documentos, las videoconferencias y las aplicaciones corporativas en la nube entre muchos otros.

• El impacto en la gestión de las organizaciones y en los espacios de trabajo. Ha habido un cambio de actitud en cuanto a la presencialidad en algunos empleos, fomentando el trabajo remoto de forma activa y convirtiendo sus instalaciones en espacios para trabajar de forma transversal y por proyectos. En cuanto a la gestión empresarial, se ha democratizado la toma de decisiones, consiguiendo una humanización de las relaciones entre los empleados. Uno de los retos que genera este tipo de organización es asegurar el bienestar y la seguridad del trabajador en un entorno desvinculado de la empresa.

• Los perfiles del futuro y el rol de la formación. El cambio tecnológico implicará la creación de muchos puestos de trabajo, pero también la desaparición de otros debido a las nuevas habilidades que se requerirán para poder desempeñarlos. Esto supone un desafío tanto para las personas como para las empresas, ya que deben actualizar sus competencias, e incluso valorar un cambio de rol o de sector. Para poder generar el cambio, es fundamental decidir la formación y las aptitudes que deben adquirir los futuros trabajadores, sin dejar de lado a ningún colectivo.

• La brecha digital y el impacto social. La pandemia ha visibilizado las vulnerabilidades de varios sectores de la sociedad que necesitan más apoyo para asegurar su restablecimiento en la movilidad social. Es esencial asegurarse de que todos los sectores tienen acceso a los nuevos empleos y a la formación necesaria para poder optar a ellos. Hay que evitar la aparición del grupo de personas que quedarán desplazadas por culpa de la tecnología, debido a que sus conocimientos ya no encajarán con las demandas del mercado laboral.

Para que el futuro laboral sea próspero, es necesario capacitar a los empleados para los nuevos puestos. Aunque es difícil saber de forma concreta la evolución del mercado, es cierto que tanto la digitalización y la automatización, como la agilidad y la formación continua serán necesarios en cualquier organización.

Puede acceder al documento Hackeando el futuro del trabajo de ISS Iberia y el Instituto de Innovación Social de Esade haciendo click aquí