Guía para la operación de sistemas de climatización de edificios durante la pandemia COVID-19
Fecha: Marzo 2020
Idioma: Castellano
Procedencia: ASHRAE Journal
Web: ver aquí
Autores: Lawrence J. Schoen, P.E., Fellow/Life Member ASHRAE
Traducción: Xavier Novoa, Ingeniero de mantenimiento SERGAS
El artículo original de esta guía se encuentra en ASHRAE Journal Newsletter, 24 de marzo de 2020.
En la mayoría de los edificios de uso no sanitario los sistemas Climatización, Ventilación y Acondicionamiento de Aire [en adelante HVAC] desempeñan un papel mínimo en la transmisión de enfermedades infecciosas, incluido COVID-19 (1). Todavía se está acumulando conocimiento sobre COVID-19 y cómo se propaga su enfermedad entre humanos. Las deducciones razonables, pero no seguras, sobre la propagación se pueden extraer del brote de SARS en 2003 (un virus genéticamente similar al SARS-CoV-2) y, en menor medida, de la transmisión de otros virus. Los resultados de investigaciones preliminares se han publicado muy recientemente, debido a la urgente necesidad de información, pero es probable que lleve algunos años alcanzar el consenso científico.
Incluso frente a un conocimiento incompleto, es de vital importancia, especialmente en aquellas personas con posiciones de autoridad e influencia, ejercer nuestra responsabilidad colectiva de comunicar y reforzar cómo afectan a la propagación de esta enfermedad las decisiones personales sobre distanciamiento social e higiene personal, y su impacto no solo individual, sino también en nuestra sociedad y en nuestra economía. Las consecuencias de saturar la capacidad de nuestros sistemas de salud son enormes y potencialmente trágicas. Cuanto antes "aplastemos la curva" (2), antes podremos volver a una vida económica y social más segura y normal.
Según la OMS [Organización Mundial de la Salud], "el virus COVID-19 se propaga fundamentalmente a través de gotas de saliva o secreción de la nariz cuando una persona infectada tose o estornuda ...". Al hablar y respirar también se puede liberar gotas y partículas (3). Las gotas generalmente caen al suelo, o a otras superficies, a no más de 1 metro, mientras que las partículas más finas (denominadas habitualmente como aerosoles), se comportan más como un gas y pueden viajar por el aire por distancias mayores, pudiendo alcanzar a las personas o depositarse en las superficies cercanas. El virus puede contagiarse a través de las manos que tocan superficies contaminadas (llamada transmisión fómite, por contacto con objetos contaminados) o volverse a desplazarse por el aire cuando se alteran las superficies contaminadas.
El SARS en 2003 ha infectado a personas a larga distancia (4), el SARS-CoV-2 ha sido detectado como aerosol en hospitales (5) y hay evidencia de que al menos algunas cepas del SARS permanecieron suspendidas y activas durante 3 horas (6), lo cual sugiere la posibilidad de una transmisión por aerosol. Sin embargo, es probable que otros mecanismos de diseminación del virus sean más significativos, esto es:
- contacto directo de persona a persona
- contacto indirecto a través de objetos inanimados como pomos de las puertas
- a través de las manos hasta las membranas mucosas, como las de la nariz, la boca y los ojos
- las gotas y posiblemente las partículas difundidas entre personas cercanas
Para poder seguir leyendo esta guía sobre la operación de sistemas de climatización de edificios durante la pandemia del COVID-19 y poder descargar el documento completo en PDF debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.
Para poder escribir un comentario debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.