Instalaciones en hospitales y el papel esencial de las puertas automáticas
En un mundo tecnificado como el actual, la atención sanitaria es impensable sin una compleja red de instalaciones que posibilitan la gestión, seguridad y bienestar en los hospitales. Redes eléctricas, dispositivos mecánicos, climatización y telecomunicaciones trabajan de manera coordinada para que todo funcione sin interrupciones, y dentro de esta infraestructura, los accesos constituyen elementos decisivos. Es por ello que, entre su amplio catálogo de productos, Manusa ofrece puertas automáticas diseñadas específicamente para solucionar los retos propios de un centro hospitalario.
Los accesos, como parte de las instalaciones de un hospital, deben permitir el flujo adecuado de personas para cada unidad y momento, pero también garantizar la seguridad de pacientes, profesionales y visitas, evitando las infecciones y favoreciendo una climatización estable. Además, deben contar con mecanismos que garanticen la continuidad del servicio a todas horas y, en el mundo digital de hoy, tener capacidad de integración en los sistemas del recinto hospitalario para una gestión eficiente.
Puertas automáticas diseñadas para cada necesidad
Desde un punto de vista mecánico las puertas automáticas de Manusa se abren solo el tiempo necesario, permitiendo un flujo fluido y a la vez seguro de personas, gracias a su alta velocidad de apertura y cierre, así como su sistema de detección de obstáculos. Es, por ejemplo, el caso de las puertas correderas estándar, adecuadas para un tránsito elevado, como en el acceso principal, la sala de espera o la cafetería, y las telescópicas, para zonas con limitaciones de espacio.
Otros modelos cuentan con un diseño y unos materiales pensados específicamente para un control ambiental riguroso que garantice la esterilidad de los espacios, la estabilidad térmica y, a la vez, el ahorro energético. Esto es especialmente relevante en unidades como quirófanos, UCI y laboratorios, para los que Manusa ha desarrollado una gama de puertas herméticas que disponen de la máxima clasificación en cuanto a permeabilidad al aire, de acuerdo con las normas UNE-EN 12207:2017 y UNE 85170:2016. Estos modelos son la puerta corredera hermética, la acristalada para UCI, la cortafuego EI90, que ofrece resistencia de hasta 90 minutos con el lado del operador no expuesto al fuego, y la hermética batiente, adecuada para espacios más reducidos. Asimismo, cuenta con la puerta emplomada para rayos X, con una capa de plomo de 2 o 3 mm que bloquea el paso de radiaciones y que también puede instalarse en puertas herméticas si es necesario.
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