Los niveles de ruido en hospitales han aumentado en los últimos años debido a varios factores: se hacinan más enfermos por metro cuadrado, hay más equipos que ejecutan tareas más complejas, cambios demográficos... Muchos de los espacios dentro de un hospital son lugares donde se toman decisiones cruciales de cuya precisión depende la salud de los pacientes y que, por lo tanto, deben de estar diseñados de forma que faciliten una comunicación clara que evite tener que forzar la voz y así minimizar el riesgo de errores y disminuir el estrés. Asimismo, deben proporcionar bienestar para los pacientes, manteniendo los niveles de ruido bajos para facilitar la conciliación del sueño, que es fundamental en una pronta recuperación. El diseño de estos espacios no puede obviar la acústica si pretende considerar el bienestar de personal y pacientes.

Un espacio particular, a la par que normalmente olvidado desde el punto de vista del diseño acústico, son los pasillos. Cada vez más, los pasillos no son espacios para simplemente transportar personas o bienes de punto A a punto B, sino que se han convertido en espacios complejos donde la gente a veces reposa o espera, trabaja (ej. estaciones de enfermería) o incluso donde recibe tratamiento en casos de escasez de espacio. En morfologías oblongos como los pasillos, es de particular interés desde el punto de vista acústico estudiar no sólo parámetros tradicionales como el tiempo de reverberación, sino también otros como la propagación del sonido, los niveles de ruido y la privacidad para dar una descripción más certera del confort para los ocupantes y usuarios.

Las normas de acondicionamiento acústico nacionales para hospitales no están suficientemente desarrolladas comparadas con otros países. Como consecuencia, si se quieren diseñar con garantías diferentes tipos de espacios se recurre o bien a normas de otros países o se utilizan requisitos de acondicionamiento para otros usos extrapolados al uso hospitalario, aunque estos no se adapten específicamente a las actividades que se desarrollan en ellos. En el Documento Básico de Protección contra el Ruido (DB-HR) del Código Técnico de la Edificación, se estipula que para limitar el ruido reverberante en las zonas comunes de un edificio hospitalario, el área de absorción acústica debe ser equivalente al de clase A (al menos 0,2 m² por cada metro cúbico del volumen del recinto). En este apartado se podrían incluir los pasillos de hospitales, según su tipología, a la hora de su diseño. Este es el único requisito del CTE DB-HR para uso hospitalario en ámbito de acondicionamiento acústico.

Caso de estudio

La intervención del proyecto se llevó a cabo en dos de los pasillos de la zona de hospitalización de la unidad de coronarios del Hospital Vall d’Hebron (ver Figura 1). El pasillo largo contaba con 54 metros de longitud, mientras que el corto 18 metros; ambos con 2.1 metros de ancho. En la intervención, se sustituyeron las placas de techo metálicas anteriores por unas de lana de vidrio con absorción de ruido clase A (Ecophon Access). El resto de revestimientos se mantuvieron de los mismos materiales (sólo cambiando la estética).

Para evaluar la intervención acústica, se realizaron medidas (tanto antes como después de la misma) del tiempo de reverberación (según la norma ISO 3382-2), de la propagación del sonido (según la norma para oficinas abiertas ISO 3382-3), así como también se monitorizaron los niveles de ruido durante la actividad.

Figura 1: zona de intervención
 

Figura 2: imágenes del pasillo antes y después de la intervención
 

Figura 3: Techo Access de Ecophon
 

Tabla 1. Absorción acústica del techo Access Ecophon de acuerdo con la ISO 354 (y clasificada por ISO 11654). El espesor del techo es de 25 mm. Los resultados de las mediciones se presentan con diámetros exteriores de 200 mm.