HORMIPRESA construye la estructura prefabricada de la 2º fase de la ampliación del Hospital del Mar
La construcción de edificios mediante sistemas industrializados no es nada nuevo. Desde el albor de los tiempos, el hombre ha intentado construir mediante elementos repetitivos que simplificasen su ejecución. El ladrillo es el ejemplo de máximo exponente, ya usado por la mayoría de las civilizaciones antiguas des de hace más de 8.000 años. Pero sin ir tan lejos, durante el último tercio del siglo XX, sobre todo en Europa del Este, proliferaron sistemas de construcción industrializada para edificaciones en altura. Y subrayo sistemas, porqué se trataban de patentes industriales con elementos muy definidos, donde el proyecto y programa se adaptaban perfectamente a unos vanos y crujías determinados.
Hoy en día, la industrialización de edificios en altura, se encuentra en auge empujada por efectos ventajosos colaterales, que tenían poco peso hace unas décadas, y que ahora suponen contrapesos importantes al omnipresente precio m²: rapidez, seguridad, calidad de materiales, poca mano de obra, sostenibilidad, recuperación de materiales, entre otros.
De entre todos estos elementos, la rapidez en determinadas circunstancias puede erigirse como el principal estandarte apuntalando la valiente decisión de ejecutar la estructura de un edificio de 45m íntegramente prefabricada. Y cuando decimos íntegramente, recalcamos íntegramente. Al 100%: pilares, forjados, escaleras y núcleos verticales de comunicación con función estabilizadora.
EL FUTURO ES PRESENTE EN EL HOSPITAL DEL MAR
La remodelación del Hospital del Mar de Barcelona forma parte de un ambicioso proyecto promovido por el Consorci MAR Parc de Salut (formado por la Generalitat de Catalunya y Ajuntament de Barcelona), para dotar a la ciudad de un nuevo complejo hospitalario en 3 fases:
En mayo del 2017 se inauguró la primera fase del proyecto global de Ampliación y Remodelación que consistió en 15.877 m² nuevos en un edificio, el edificio B, de cuatro plantas (dos en sótano y dos en altura).
En mayo de 2022 se iniciaron las obras de la segunda fase, el edificio B2. La Unión Temporal de Empresas liderada por Acciona con las empresas catalanas Serom, Agefred Group y Villa-Reyes Constructora (UTE-C en adelante), había ganado el proceso de licitación de las obras, unos trabajos que tienen un presupuesto de cerca de 73 millones de euros. Una parte de este importe será financiado por el programa REACT-UE de los fondos europeos FEDER.
Finalmente, el tercer edificio del proyecto de ampliación permitirá que el Hospital de Mar supere los 100.000 m² de superficie. Cuando finalice en 2030, dispondrá de 544 camas y 54 de críticos y semicríticos. También habrá 24 quirófanos.
Para la segunda fase, y debido a unos plazos muy ajustados, la UTE-C decidió plantear un cambio en el proyecto original redactado con tipologías in situ (losa maciza, pilares y núcleos verticales de hormigón armado) a estructura prefabricada. La UTE redactora formada por los despachos Brullet de Luna y PINEARQ (UTE-R en adelante), con una amplísima trayectoria y experiencia en este tipo de edificios, se enfrentó al reto de reajustar todo el proyecto a esta nueva tipología. Este paso, entronca con lo comentado líneas anteriores, sobre los sistemas de prefabricado. En este caso, el prefabricado debía adaptarse en la medida de lo posible, a todo un proyecto y programas ya establecidos, fruto del intenso trabajo de casi 5 años del equipo redactor.
En este punto, el equilibrio entre aquello óptimo para el sistema prefabricado (que asegura la rapidez, eficacia y eficiencia en la fabricación y montaje) y el respeto al proyecto (que asegura la funcionalidad) puede a veces empezar a encontrar puntos de desencuentro, que deben afrontarse con espíritu constructivo y cierta empatía. El proyecto original había sido supervisado estructuralmente por Manuel Arguijo y asociados, SL. En paralelo, la UTE-C contó con la colaboración del despacho Think Engineering para todo aquello relacionado con la estructura, principalmente la parte metálica y cimentaciones. La estructura prefabricada, así como la transición en la tipología estructural, estuvo a cargo de HORMIPRESA.
Este complejo engranaje funcionó a la perfección, mediante la permanente intercesión de la Oficina Técnica de la UTE-C, atenta siempre al bien común que representaba la ejecución en plazo respetando funcionalidades y requerimientos prescritos.
ELEMENTOS SENCILLOS PARA UNA ESTRUCTURA COMPLEJA
El conjunto de la fase 2 lo forman 4 edificios independientes estructuralmente (separados por juntas de dilatación con pilares doblados). El reto mayor lo ocupan dos torres gemelas de 9 plantas con una altura total de 45m (equivalente a ≈13 plantas ordinarias). El entramado estructural se concibe como un bosque de pilares en posiciones ortogonales a 7.5m x 8m. Lo pilares (hormigón HA50) arrancan con secciones de 50x80 durante 2 plantas, siguiendo a 50x60 las dos siguientes, y pasando a 50x40 las cuatro superiores. Exceptuando las líneas de fachada, donde se encuentran voladizos, los pilares son piezas de dos plantas (≈9m excepto plantas inferiores, con longitudes de 11m debido a mayor interplanta de los 2 sótanos).
Aquí merece la pena parar un momento para mencionar las especiales dificultades del solar de trabajo. En prefabricado, pilares de hasta 15m serían frecuentes en este tipo de obra. Pero el solar presentaba unas complicaciones especiales. Se trataba de un espacio rectangular con una ÚNICA entrada de una sola dirección de 4m de ancho. Y con un acceso al mismo condicionado por un giro de 180⁰ delante del Parc de Recerca Biomédica en el lateral de la Ronda Litoral, que impedía acceder a transportes con remolques de más de 12m. Este mismo acceso servía para entrar y salir de la obra. Esto condicionó la longitud máxima de los elementos prefabricados a no más de 11m. Por este acceso entraron y salieron alrededor de 680 camiones con elementos prefabricados de hormigón.
Los forjados lo forman jácenas pretensadas de tipo T invertida, con descuelgues mayoritarios de 20cm y placas alveolares pretensadas de 20cm, con una capa de compresión de 5cm. Los 8 forjados debían conectarse a niveles concretos ya existentes en las fases anteriores, por lo que las tolerancias en posición de ménsulas y el seguimiento topográfico de niveles montados día a día eran críticos.
Los núcleos verticales lo forman paneles prefabricados de canto 31cm constante y hormigón HA50. Los núcleos originales arrancaban con 35cm y pasaban a 30cm con hormigón HA30. Se conectan cada 2 plantas aproximadamente.
Los núcleos en forma de “U” son elementos tridimensionales de canto 25cm. Estos elementos en su configuración de 2 plantas llegaban a pesar cerca de 18Tn, por lo que condicionaron la capacidad de la grúa móvil utilizada. A medida que se ganaba altura, estos elementos de los núcleos debían ir reduciendo su peso (≈altura), para seguir entrando dentro del rango de capacidades de la grúa móvil (150Tn).
Las escaleras son prefabricadas, montadas a medida que se ejecuta el resto de las plantas, sirviendo des de el primer momento ya como accesos de obra a niveles superiores. Se apoyan en ménsulas metálicas en las paredes interiores de los núcleos.
Las acciones gravitatorias transitan por los elementos verticales, aprovechando la mayor capacidad de los hormigones de (casi) alta resistencia. Las acciones horizontales actuantes son el viento (a primera línea de mar, con Entorno I) y el sismo (con baja aceleración básica, pero con consideración de edificio de Importancia Especial, al tener que cumplir funciones vitales en caso de situación accidental).
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