Seleccionar el revestimiento de un búnker de Radioterapia: el caso del Hospital Virgen del Puerto
El diseño del nuevo Búnker de Radioterapia, concebido por el estudio extremeño Dunar Arquitectos y Arsenio Hueros, ha sido concebido específicamente para albergar el moderno acelerador lineal Versa HD, el cual reemplaza al anterior equipamiento que quedó obsoleto después de 15 años en funcionamiento. La adquisición de este avanzado acelerador ha sido posible gracias a la donación de la Fundación Amancio Ortega, que destinó 12,8 millones de euros para la adquisición de equipos de tratamientos oncológicos para los hospitales de Badajoz, Mérida, Cáceres y Plasencia.
La inauguración de la nueva unidad de radioterapia que alberga el búnker con el acelerador lineal representa un hito arquitectónico en la atención oncológica regional. Esta infraestructura no solo dota a los pacientes y profesionales de la salud con recursos de vanguardia, sino que también promete mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes y los resultados de los tratamientos.
Meticulosamente ejecutado para cumplir con los más altos estándares de seguridad y comodidad para los pacientes, el edificio en el que se encuentra el nuevo búnker cuenta con una superficie construida de 330m². Ubicado en planta baja y anexo al edificio existente del hospital, este nuevo espacio alberga el acelerador lineal y la sala de control, garantizando así un entorno óptimo para el tratamiento oncológico.
Este proyecto, que representa un hito en la evolución de la infraestructura médica en la región, ha superado desafíos de diseño y construcción con precisión quirúrgica y un enfoque centrado en la comodidad y seguridad del paciente.
Situado estratégicamente entre el acceso a urgencias y un búnker de hormigón preexistente, el proyecto enfrentó el desafío de llevar a cabo una obra sin causar daños a la infraestructura adyacente, asegurando el funcionamiento continuo del área de urgencias durante todo el proceso de construcción.
El diseño del búnker no solo cumple con los requisitos técnicos de un espacio para radioterapia, sino que también busca transformar la imagen urbana del hospital, integrándose armoniosamente con la edificación existente.
Según Carlos Robustillo, arquitecto de Dunar Arquitectos, “uno de los principales objetivos de la propuesta fue crear un edificio amable que otorgase una nueva identidad a la cara norte del hospital. Para lograrlo, se ha optado por revestir la estructura con una piel de composite que permite la integración volumétrica de la planta de instalaciones en la construcción”.
El proyecto se centra en un punto específico en el espacio, el isocentro, alrededor del cual se planifica todo el edificio. Esto implica la construcción de un anillo de hormigón de aproximadamente 2,5 metros de espesor alrededor del punto mencionado, generando un volumen cúbico de aproximadamente 6 metros de altura.
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