Hospitales de campaña y unidades móviles: emergencias y asistencia sanitaria
Hospitales de campaña durante el COVID-19
Durante la pandemia de COVID-19, los hospitales de campaña se convirtieron en una parte fundamental de la respuesta sanitaria en muchos lugares del mundo. A medida que la propagación del virus abrumaba los sistemas de atención médica existentes, estos hospitales temporales se establecieron para proporcionar capacidad adicional y garantizar el tratamiento adecuado de los pacientes afectados. En Madrid se montó en tiempo récord el Hospital Ifema, que usaba un recinto ferial para alojar unas 5.000 camas, y se construyó el Isabel Zendal, un edificio nuevo que espera tener una nueva vida tras la pandemia; mientras, en Barcelona se montaron cuatro pabellones cerca a los principales hospitales para aumentar su capacidad, y también se acondicionó el recinto ferial Fira.
Estos hospitales comparten requisitos, como la necesidad de diseñarse y montarse en tiempo récord (en algunos casos, apenas unos pocos meses), y características de flexibilidad y modularidad para facilitar el montaje y expandir o reducir la capacidad del hospital según la evolución de la pandemia. Al tratarse de instalaciones para pacientes con una enfermedad contagiosa, cobra particular importancia la diferenciación de recorridos y las medidas de aislamiento de los módulos.
Hospitales de campaña prefabricados
A diferencia de los hospitales de campaña que durante el COVID-19 reutilizaban estructuras previas o construían nuevas en tiempo récord, en situaciones como desastres naturales o conflictos bélicos es necesario emplear estructuras prefabricadas todoterreno que puedan montarse y ponerse en funcionamiento en cuestión de horas. Los hospitales de campaña móviles son concebidos como unidades autónomas y versátiles, capaces de proporcionar atención médica de emergencia en ubicaciones de difícil acceso y condiciones extremas.
Cuando en febrero de este año fallecieron más de 60.000 personas en Turquía y Siria por los terremotos, numerosas naciones y organizaciones internacionales unieron fuerzas para enviar ayuda crucial a las zonas afectadas. Concretamente, España desplegó el hospital de campaña START en solo dos días. Este hospital tiene capacidad quirúrgica, está pensado para 70 profesionales que pueden atender hasta 200 personas al día, tiene 20 camas de hospitalización, pesa 30 toneladas, y ocupa una superficie de 100x75 metros una vez montado.
Hospitales de campaña por mar
Algunas naciones disponen de lo que se conoce como buques medicalizados, naves especialmente equipadas que desempeñan un papel crucial en la atención médica en territorios inaccesibles o en conflicto: la semana pasada Francia envió un buque militar adaptado como hospital a Egipto, con 40 camas y 2 quirófanos, para atender a la población civil de Gaza. Un caso particular es el del buque-hospital Esperanza del Mar, uno de los dos barcos del Instituto Social de la Marina en España pensado para prestar asistencia sanitaria y logística a los barcos pesqueros españoles. De sus 88 plazas, 38 son para la tripulación, 16 para pacientes y 34 para personal especial y personas que puedan ser socorridas.
Hospitales de campaña por aire
Existen distintos aviones convertidos en ambulancias, preparados para llevar a cabo evacuaciones médicas y transportar pacientes. Estos aviones medicalizados están equipados con instalaciones médicas avanzadas y personal capacitado para atender a pacientes en tránsito, y son relativamente comunes en Estados Unidos. Un caso único es el del Flying Eye Hospital, un “avión medicalizado para labores humanitarias” con un equipo de 28 profesionales que realiza cirugías oculares en todo el mundo. Cuenta con lo último en equipamiento médico, y también con instalaciones para entrenar a futuros cirujanos. Puede hacerse un tour virtual aquí.
Hospitales de campaña por raíles
La provisión de asistencia médica a comunidades en situaciones críticas puede llevarse a cabo de diversas maneras, y los hospitales de campaña prefabricados son solo una de las opciones disponibles. Existen varios ejemplos de trenes medicalizados que se han convertido en una herramienta valiosa en la respuesta a emergencias. En Ucrania, Médicos Sin Fronteras ha convertido dos trenes en grandes ambulancias para trasladar a heridos y enfermos desde el este del país hasta hospitales en Leópolis. Cada vagón tiene su función: producción de oxígeno, generación de electricidad, UCI, atención básica, hospitalización, coche polivalente… y todos cuentan con adaptaciones para la función que desempeñan: anclajes para las camas, ampliación de las puertas para facilitar la movilidad, etc.
Estas soluciones móviles no solo son útiles en situaciones de emergencia: Phelophepa es una clínica sobre raíles que recorre Sudáfrica parando en las comunidades que más lo necesitan. Cuando llega a su destino, se montan unas estructuras temporales en frente de cada vagón, donde especialistas y médicos generales atenderán durante varias semanas a los pacientes que se acerquen. La atención es gratuita, y la farmacia suele estar mejor provista que la de los hospitales locales: durante los 10 meses al año en los que está operativo, provee de asistencia médica y de formación a más de 70 comunidades en todo el país.
En momentos de incertidumbre y desafíos, la diversidad de soluciones médicas móviles ha demostrado ser esencial para abordar crisis sanitarias en todo el mundo. Desde hospitales de campaña terrestres y prefabricados hasta unidades flotantes y aéreas, la capacidad de adaptación y respuesta rápida de estas instalaciones es fundamental para que la asistencia sanitaria llegue a todos los rincones del mundo.
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