Anticuerpos arquitectónicos. Diseño para el control de infecciones
Trabajo de investigación presentado por los arquitectos Leila Anabel Lemos y José Luis López, ambos residentes R3 de la Residencia de Arquitectura Hospitalaria del Instituto de Cardiología de Corrientes, Argentina.
El concepto de "anticuerpos arquitectónicos" surge al combinar la biología del sistema inmunológico con la influencia que tiene la arquitectura en la salud pública, especialmente en el control de infecciones. En biología, los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunológico cuando detecta antígenos como microorganismos (bacterias, hongos, parásitos, virus), que representan una amenaza para el cuerpo humano. De manera similar, la arquitectura puede actuar como un "anticuerpo" en el entorno construido, protegiendo a los usuarios de infecciones y creando barreras que evitan la propagación de enfermedades. El sistema inmune es esencial para la protección del organismo frente a infecciones.
En condiciones de inmunodepresión, una persona ve reducida su capacidad para combatir infecciones y enfermedades, lo que deja su cuerpo vulnerable. En este contexto, la arquitectura tiene un rol importante al actuar de barrera física y funcional, ayudando a reducir los riesgos para los inmunocomprometidos, los mismos necesitan ambientes más controlados y seguros, donde la planificación y el diseño arquitectónico colaboran con los esfuerzos médicos para reducir la exposición a patógenos y mitigar las infecciones.
Según la OMS, 7 de cada 100 pacientes hospitalizados adquieren infecciones intrahospitalarias, lo que destaca el papel crucial de la arquitectura hospitalaria en la prevención y control de las mismas. La forma en que están diseñados los hospitales y los centros de atención médica influye directamente en la transmisión de patógenos. Por ejemplo, en los países donde se observa una alta prevalencia de microorganismos multirresistentes, estos agentes patógenos causan más muertes al año que el VIH/SIDA, la influenza y los accidentes de tráfico combinados. Estos patógenos hospitalarios no solo incrementan las muertes, sino también los costos de salud, ya que requieren medicamentos más costosos y prolongan la estancia hospitalaria, generando pérdidas económicas.
En muchos casos, para los pacientes inmunocomprometidos, no hay tratamientos eficaces, lo que resalta la importancia de la prevención mediante entornos controlados. Aquí, la arquitectura actúa como un mecanismo defensivo clave.
Modos de transmisión de infecciones y su relación con el diseño
Las infecciones se transmiten principalmente de tres maneras: por vía aérea, por contacto y por gotículas. Utilizar herramientas como las esclusas hospitalarias son estrategias clave para proteger tanto a los pacientes como al personal de salud.
La ARQUITECTURA HOSPITALARIA puede incorporar una serie de mecanismos y características diseñados específicamente para prevenir la propagación de infecciones intrahospitalarias. Estos están diseñados para minimizar la transmisión de patógenos entre pacientes, personal de salud y visitantes, contribuyendo así a un entorno más seguro para la atención médica. Entre los mecanismos arquitectónicos más comunes se encuentran los siguientes:
ESPACIOS PARA EL CONTROL DE INFECCIONES:
El diseño hospitalario incluye áreas especialmente destinadas al control de infecciones. Para comprender mejor su funcionamiento, podemos dividir en varias categorías claves: circulaciones, espacios esclusas, transferencias y áreas de lavado de manos. Cada una de estas categorías desempeña un papel fundamental en la gestión del flujo y la interacción dentro del entorno hospitalario, estableciendo barreras físicas y procedimentales que contribuyen significativamente a la seguridad y salubridad del espacio.
- Circulaciones: Usos y Procedimientos
Las circulaciones son el nexo o vínculo entre espacios de uno o diferentes niveles, cuya finalidad es la de permitir su accesibilidad e interrelación, así como la movilidad y el flujo de personas y materiales entre ellos. Es importante que estos nexos funcionen de barreras de las infecciones a través de diferentes usos y procedimientos. A continuación, se detallan algunos ejemplos de tipos de circulaciones que contribuyen al control de infecciones:
Usos diferenciados: Técnico y público
- Circulación técnica: Utilizada exclusivamente por el personal médico y técnico, así como para el traslado de insumos, equipos, y materiales médicos.
- Circulación pública: Destinada a los pacientes y visitantes, esta circulación diferenciada de la circulación técnica.
Esta separación minimiza los puntos de contacto entre el personal sanitario y los usuarios, reduciendo así la posibilidad de contagio cruzado. Por ejemplo, en los consultorios, la existencia de una circulación diferenciada garantiza que los pacientes que ingresan para consultas generales no entren en contacto con personal que maneja residuos o suministros médicos.
Usos mixtos: Técnico-público
En otros casos, como en las áreas de internación, puede que exista un solo pasillo para el uso tanto del público como del personal técnico. En estos casos, el control de infecciones se basa en la implementación de procedimientos y protocolos estrictos, como los siguientes:
- Restricción horaria para las diferentes actividades. Por ejemplo, el traslado de insumos, alimentos o el mantenimiento de limpieza se realiza en horarios designados para evitar que coincidan con el movimiento de los pacientes o visitantes.
- Protocolos de circulación y limpieza, que incluyen medidas como el uso de equipos de protección personal (EPP) y la desinfección regular de las áreas comunes.
Aunque estas circulaciones no están físicamente separadas, los procedimientos rigurosos contribuyen significativamente a la reducción de riesgos de infección.
Usos especializados
Algunas áreas críticas del hospital como los bloques quirúrgicos requieren un manejo aún más especializado de las circulaciones, las cuales podemos dividir en:
- Circulación limpia: Es la circulación externa, utilizada por el personal, los pacientes y el material que ingresa a las áreas críticas. Es esencial que esta circulación esté lo más aislada posible de las áreas contaminadas para garantizar la limpieza.
- Circulación estéril: Dentro del propio bloque quirúrgico, esta circulación está diseñada para asegurar la asepsia total. Solo accede a esta área el personal con el equipo de protección adecuado, y se mantiene bajo estrictas condiciones de esterilidad. Desde esta circulación se accede directamente a los quirófanos, donde el control de infecciones es prioritario.
- Circulación sucia: Utilizada para la retirada de materiales y equipos contaminados, esta circulación facilita la salida de desechos y equipos sucios del área quirúrgica. Esta ruta está separada de las circulaciones limpias y estériles para evitar la contaminación cruzada.
Respetar estos tipos de circulaciones en áreas especializadas, como los quirófanos, es esencial para evitar la propagación de infecciones y mantener un ambiente seguro y controlado.
Este sistema de circulaciones en el hospital, bien diseñado y correctamente gestionado mediante protocolos y procedimientos, es una herramienta eficaz para reducir la posibilidad de infecciones nosocomiales, garantizando una mayor seguridad tanto para los pacientes como para el personal.
ESCLUSA HOSPITALARIA ¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE?
Una exclusa en instalaciones de salud es un espacio especialmente diseñado para controlar el acceso a áreas sensibles del hospital. Estas esclusas están equipadas con elementos de desinfección y otros equipos que aseguran la seguridad tanto de los pacientes como del personal asistencial. Su función principal es actuar como un filtro de microorganismos, ya que proporciona un ambiente controlado donde médicos, enfermeros y otros agentes pueden colocarse el equipo de protección personal (EPP) de forma segura, y además cuentan con los elementos necesarios para mantener la higiene en estas áreas.
Este tipo de infraestructura es indispensable en zonas como quirófanos y unidades de cuidados intensivos (UTI), donde los pacientes son altamente vulnerables y la protección contra infecciones.
Una esclusa sanitaria generalmente consta de las siguientes partes:
- Puerta de entrada: es la primera barrera física que impide el acceso de personas o materiales no autorizados a la zona restringida.
- Puerta de salida: es la segunda barrera física que impide la salida de personas o materiales no autorizados desde la zona restringida.
- Sistema de desinfección: Tanto del personal como del espacio, debe incluir Lavado de manos, rociadores de desinfectante, UV, y materiales que entran y salen de la zona restringida.
- Sistema de control de acceso: puede incluir tarjetas de acceso, reconocimiento facial o huella dactilar para controlar quién puede entrar y salir de la esclusa sanitaria.
- Sistema de ventilación: Con las presiones correspondientes.
TRANSFERENCIAS
La transferencia es un recurso fundamental para disminuir el riesgo de infección hospitalaria al momento de ingresar a una zona aséptica, como quirófanos o áreas críticas. Para evitar la entrada de aire contaminado, la zona aséptica debe estar presurizada, lo que permite que al abrir la ventana guillotina salga preferentemente aire estéril. Este sistema no solo minimiza el contacto entre el interior y exterior del sector, sino que también optimiza el tiempo y el espacio, asegurando un acceso controlado y seguro. A través de este sistema se realiza el ingreso de pacientes graves y su salida hacia el quirófano.
Existen dos tipos principales de transferencias, y la elección de cada una dependerá del espacio disponible en el servicio. La transferencia lateral permite mover al paciente en este sentido, con una ventana de aproximadamente 2,20 metros de ancho, lo que facilita su uso en áreas amplias. En cambio, la transferencia frontal está diseñada para accesos más estrechos, como algunos quirófanos, permitiendo el movimiento del paciente en sentido longitudinal a través de una ventana de alrededor de 1,00 metros de ancho.
EL LAVADO DE MANOS EN ESPACIOS HOSPITALARIOS
El correcto diseño de los espacios de lavado de manos es crucial para mantener altos estándares de higiene. El arquitecto juega un papel clave al ubicar estratégicamente estos puntos, asegurando que cumplan con los requisitos constructivos necesarios, como los materiales, el sistema de accionamiento y las dimensiones adecuadas. En algunos casos, el diseño de estos espacios se realiza en colaboración con equipos interdisciplinarios, incluidos especialistas en infecciones hospitalarias.
El trabajo del arquitecto en el diseño de espacios hospitalarios está estrictamente normado y regulado por diversas entidades para garantizar la seguridad y funcionalidad de las instalaciones. Por ejemplo, según la Resolución 748/2014 del Ministerio de Salud de la República Argentina, las unidades de cuidados intensivos deben contar preferentemente con un lavado de manos por cama, o al menos una por cada dos camas. Los mismos no deber ser operados manualmente y deben ser lo suficientemente profundas para evitar salpicaduras. Además, se debe instalar un sistema de alcohol-gel para la higiene en cada cama, asegurando un acceso fácil y eficiente a la desinfección.
MATERIALIDAD
Los materiales utilizados en la construcción hospitalaria deben ser fáciles de limpiar y desinfectar, resistentes a la acumulación de bacterias y patógenos.
En Argentina a la hora de construir utilizamos como herramienta el PROGRAMA NACIONAL DE GARANTÍA DE CALIDAD DE LA ATENCIÓN MEDICA que son directrices que nos indican cómo deben ser los espacios.
- PISOS: Los pisos en hospitales deben soportar alto tráfico por parte de su gran cantidad de usuarios y artefactos móviles. Por eso deben ser resistentes al desgaste, lisos, antideslizantes y ofrecer óptimas cualidades de limpieza.
- ZÓCALO SANITARIO: elemento curvo necesario para tapar juntas o uniones entre pared-suelo, eliminando ángulos rectos que acumulen suciedad. Así facilitan su limpieza cumpliendo con los requerimientos de normativas sanitarias y de higiene.
- MUROS Y TABIQUES: Al igual que los pisos, las superficies verticales deben asegurar la higiene y asepsia de los recintos, especialmente en laboratorios y quirófanos. Además, deben tener una alta resistencia a los químicos y es importante tener las mínimas juntas, donde podrían originarse infecciones y bacterias.
- CIELORRASO: Los cielorrasos utilizados en este tipo de proyectos pueden ser monolíticos o modulares, según las necesidades del espacio; pero una característica importante que debe tomar en cuenta es que el material cuente con propiedades de higiene: ser lavable, aislante y contar con el atributo que impida el crecimiento de moho, bacterias y virus.
- CARPINTERÍAS: Las puertas y ventanas cumplen un rol importante. Deben garantizar la higiene y evitar propagación de bacterias, ser herméticas, con facilidad de limpieza o desinfección de los materiales.
- COBRE ANTIMICROBIANO: Es un material que inactiva continuamente a los microorganismos que entran en contacto con su superficie, habiéndose demostrado que es eficaz contra virus, hongos y el 99,9% de las bacterias. Las superficies de cobre en equipos, muebles, carpinterías, tuberías de agua o sistemas de climatización, muestran una reducción de la contaminación en torno al 90-100% en comparación con otros materiales. Debido a su alto costo no es muy utilizado.
CONSTRUCCIÓN
En cuanto a la Construcción debemos tener en cuenta siempre la PLANIFICACIÓN.
Es importante a la hora de diseñar tener en cuenta la planificación para minimizar las infecciones nosocomiales en pacientes que pueden verse expuestos a microorganismos liberados al medioambiente durante la construcción y/o renovación del hospital.
Se debe consultar al equipo de prevención y control de infecciones en cada etapa de un proyecto. En conjunto se realiza una ficha en la cual se debe tener en cuenta los siguientes pasos:
- Evaluar el Tipo de Construcción.
- Identificar los grupos de pacientes que pueden ser afectados.
- Clasificar por tipo de proyecto y grupo de riesgo para definir precauciones a implementar.
Las medidas de control del polvo de construcción pueden no ser suficientes para el control de la liberación de esporas de hongos; por lo tanto, se debe considerar lo siguiente:
- Usar barreras del piso al techo que encierren completamente el área de trabajo.
- Selle en las ventanas en las áreas que alojan a los pacientes evaluados como susceptibles para minimizar la entrada de esporas de hongos generadas por los trabajos de construcción cercanos.
- Transporte los escombros en contenedores con tapas bien ajustadas, o cubrir los escombros con paños húmedos.
- No transportar escombros a través de las áreas de atención de pacientes, sino a través de una salida más directa al exterior (restringida al personal asistencial). Diseñar circulación del personal.
- Colocar a la entrada y a la salida paños húmedos.
Ejemplos de utilización de selles: Proceso de armado de selle en área crítica (con aislación acústica)
Para seguir leyendo este artículo debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.
Para poder escribir un comentario debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.