Para la generación más joven, tener una conexión WiFi es un hecho, pero se hace menos evidente para una generación más madura: La población española es la segunda que más envejece a nivel mundial. Ante esta situación y con la presencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, las redes sociales y el uso de internet en la vida cotidiana, es necesario dar una respuesta a este colectivo.

De las aproximadamente 5.457 residencias de ancianos existentes en España, una minoría ofrece WiFi de calidad. Cuando existe una red digital, a menudo no está disponible en todo el edificio o alcanza rápidamente sus límites de potencia. Pero según una encuesta de CommScope Ruckus, el 70% de las personas mayores de 65 años quieren precisamente esta conectividad para poder seguir participando en la vida social y mantenerse en contacto con sus familias.

En la siguiente entrevista, Eric de Mython, Director de Cuentas para el sector de Hospitality y MDU Partner en CommScope, nos explica por qué el Wi-Fi es esencial en las residencias de ancianos y cómo los operadores pueden construir una red digital sin gran esfuerzo.
 

¿Por qué es necesaria una WLAN que dé servicio a toda la superficie de los centros de atención a la tercera edad?

Internet ha sido durante mucho tiempo una parte fundamental de nuestra vida cotidiana. Nos comunicamos con la familia y los amigos, nos informamos a través de los medios sociales o utilizamos los videos para nuestro entretenimiento. No es de extrañar que no queramos renunciar a ello ni siquiera en la vejez.

Para las personas mayores de las residencias de ancianos, el acceso a Internet significa nada menos que la posibilidad de seguir participando en la vida social. Por ejemplo, pueden mantenerse al día con los acontecimientos actuales o seguir manteniendo el contacto social, -especialmente cuando los parientes o conocidos viven lejos, aliviando así la presión del personal de la institución. Además, Internet permite a las personas mayores mantener un cierto grado de autonomía, por ejemplo, permitiéndoles hacer compras online.

En la actualidad, si no se tiene acceso a Internet, se está literalmente aislado. En el peor de los casos, una gran parte de la sociedad se siente excluida. La conectividad WiFi es, por lo tanto, un factor importante en la calidad de vida de los residentes en residencias e instituciones para ancianos.

Además de los propios residentes, ¿quién más se beneficiaría de una red WiFi en un centro para ancianos?

WiFi también ofrece ventajas considerables y fiables a los administradores de la infraestructura de estos centros. Se benefician de una mayor eficiencia porque la documentación y la gestión del mantenimiento pueden digitalizarse. El personal de atención y apoyo registra entonces las notas relativas a los diversos residentes directamente en un dispositivo portátil que tienen a mano. Esto significa de nuevo que se dispone de más tiempo para una de las tareas más importantes: la atención y apoyo del personal hacia los ancianos.

Esta cobertura completa de todas las instalaciones en las residencias o instituciones es, en efecto, el requisito previo para IoT (Internet de las cosas) en el ámbito de la asistencia personal o de la atención de enfermería.

Algunos ejemplos concretos podrían ser:

• Los sensores pueden alertar al personal médico en tiempo real si los residentes se caen o permanecen inmóviles durante demasiado tiempo.
• El uso de la domótica en la habitación (termostato, luces, persianas, música...) facilita la calidad de vida de los residentes.
• La gestión online de las cerraduras conectadas y el uso de pulseras individuales permiten la sustitución de llaves.