La calidad del aire en entornos sanitarios
Fecha: Febrero 2016
Idioma: Castellano
Autor: Xavier Novoa Conde
La existencia de la mayoría de seres vivos depende de varios elementos esenciales como el aire, el agua y los alimentos. Además, los seres humanos requerimos de unas condiciones particulares en cuanto a la higiene del aire.
El aire exterior se compone principalmente de Oxígeno y Nitrógeno, al que hay que añadir vapor de agua en porcentaje muy variable y otros gases cuyas proporciones adecuadas. El aire puede considerarse limpio si la proporción de esos gases no supera el porcentaje recomendado.
Sin embargo, y especialmente en entornos urbanos, en la proximidad de industrias o cerca de grandes vías de comunicación, aparecen gases contaminantes que degradan la calidad del aire. Entre otros contaminantes, cuyo origen es la actividad humana.
En el caso de los espacios interiores, los contaminantes presentes dependerán de la actividad humano, la ocupación y el grado de renovación del aire. La forma habitual y básica de disminuir la contaminación en el interior de un edificio es la ventilación.
Ventilar es sustituir una posición de aire del local que se considera indeseable por su pureza, temperatura, humedad, olor, etc., por otra porción de aire exterior de mejores condiciones. Si el aire exterior no es el adecuado será necesario acondicionarlo.
Por lo que podemos definir la acción de acondicionar el aire como una sucesión de procesos físicos que actúan sobre los siguientes parámetros del aire exterior:
- Filtrado o eliminación de partículas en suspensión
- Calentamiento o enfriamiento
- Humidificación o deshumidificación
- Mezcla de aire interior con exterior
- Aprovechamiento de la energía del aire de extracción
Con la aparición de leyes para reducir el consumo energético, especialmente el de calefacción y refrigeración, se aumentó el poder de aislante de muros y cubiertas para reducir las pérdidas por conducción, y se mejoraron los cierres de puertas y ventanas para evitar pérdidas por convección.
La construcción masiva e edificios casi herméticos, equipados con sistemas mecánicos de ventilación y de acondicionamiento de aire, contribuyeron junto a las instalaciones que no se limpiaban regularmente, llevaron a una notable disminución de la calidad del aire en el interior de los edificios.
Pero desde principios del siglo XXI, el nuevo enfoque legislativo en el marco de la Unión Europea se orientó al ahorro y la eficiencia energética, aplicando de forma transversal todas las iniciativas que pudieran tener incidencia sobre la protección y conservación del medio ambiente.
Este nuevo enfoque expresa los requisitos que deben satisfacer las instalaciones sin obligar al uso de una determinada técnica, equipamiento o material, ni impidiendo la introducción de nuevas tecnologías y conceptos en cuanto a diseño. Como consecuencia en la legislación española se han introducido cambios de suma importancia que se han plasmado en la aprobación del Código Técnico de la Edificación de 2006 (CTE) y del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios de 2007 (RITE).
Tabla de contenidos:
- Introducción a los sistemas de climatización
- Especificaciones de diseño
- Proyecto de sistemas de climatización
- Instalaciones especiales
- Ejecución y legalización
- Mantenimiento y uso
Complementa la lectura con otros dos libros de Xavier Novoa sobre Legionella y calidad del agua en el entorno sanitario y Reforma de sistemas de climatización en edificios sanitarios.
Para poder obtener este libro sobre la calidad del aire en entornos sanitarios debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.
Para poder escribir un comentario debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.