Descarbonización de los edificios hospitalarios mediante recuperadores de calor
Durante los últimos 40 años, la estrategia internacional de gestión se ha basado en el crecimiento a partir del consumo sin tomar en cuenta los recursos, lo que ha generado una enorme presión sobre el planeta.
La huella ecológica de la Tierra, referida a la cantidad de superficie planetaria que es necesaria para proveer de recursos a las personas, para disponer las distintas infraestructuras y absorber los residuos generados por el ser humano, es en la actualidad mayor a la superficie terrestre. Haría falta más de un planeta y medio (concretamente más de 1,7 planetas) para mantener los niveles de consumo [1].
Por otro lado, los efectos de la crisis climática provocada por el aumento de la temperatura media de la tierra, debido a la emisión descontrolada de gases de efecto invernadero, ya se están haciendo notar. Las temperaturas son más extremas y los eventos climáticos catastróficos, cada vez más comunes y menos espaciados en el tiempo.
Estos efectos, unidos a los derivados de la guerra entre Rusia y Ucrania, han derivado a su vez en una crisis energética sin precedentes, durante la que la cantidad de energía que consumimos a diario y la manera en la que esta se produce ha sido puesta en entredicho.
Se calcula que actualmente, en España, el sector de la edificación es responsable del 40 % de la energía consumida y del 36 % de las emisiones de CO2 que se realizan a la atmósfera. Además, el 42 % de estas emisiones se deben a las instalaciones para mantener el confort térmico, sistemas de calefacción y refrigeración.
Los edificios de uso sanitario no son ajenos a esta problemática y contribuyen de manera significativa a estos datos. Hospitales, centros de salud, clínicas y demás centros sanitarios tienen sus propios requerimientos energéticos, derivados de sus actividades. Sin embargo, comparten con el resto de los edificios del parque inmobiliario las necesidades de climatización: calefacción en los meses de invierno y refrigeración en los meses de verano.
Como consecuencia de estos retos que han ido surgiendo en la edificación para conseguir reducir los consumos de energía y la emisión de contaminantes a la atmosfera, se han realizado durante estos años modificaciones de normativas, tanto europeas como nacionales.
[1] Knauff-Libro Blanco de la Rehabilitación energética de edificios. 2023.
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