La zona que rodea la clínica ha estado ocupada en gran parte por árboles de zelkova durante siglos, algunos de los cuales aún se conservan en el jardín del cliente. En esta zona es donde se encuentran las viviendas y la clínica odontológica que el cliente lleva dirigiendo durante 60 años, rodeada de vegetación.

La clínica existente ofrece principalmente atención odontológica general, mientras que ocasionalmente trata a pacientes de ortodoncia pediátrica. Debido a la creciente demanda de estos últimos servicios, el cliente decidió construir un anexo para tratamientos dentales y de ortodoncia diseñado para niñxs.

Para el diseño se ha optado por una clínica que se sitúe entre la vegetación del terreno, para que esta forme parte del flujo de paisaje del jardín del cliente que se extiende hacia la ciudad. La vegetación mezclada con los volúmenes que se elevan a través de las cubiertas, las salas de tratamiento ofrecen una escena tranquila y confortable que abrazan a la naturaleza, consiguiendo así calmar la ansiedad de los pequeños pacientes y sus familiares. La vegetación también actúa como barrera de protección visual, ofreciendo intimidad a cada una de las zonas de la clínica.

Además de la consulta dental, la clínica también ofrece un espacio de gimnasio para programas de quiropráctica y ejercicios planificados junto con los tratamientos médicos, basados en la idea de que "la salud oral viene acompañada por la salud física y mental en general". La sala de ejercicios, además, sirve también a la comunidad a través de varios programas de ejercicios públicos locales, como yoga/danza aeróbica o sesiones de quiromasaje dedicadas a las personas mayores del barrio.

En el mismo contexto, el amplio salón y el balcón de la azotea, cerca de la entrada, están abiertos para que la comunidad se acerque y se siente a tomar una taza de té y charlar un poco, incluso sin una cita médica. Los niños de la guardería que está al lado de la clínica, tienen fácil acceso en su descanso o después de la escuela para relajarse mientras esperan que les recojan, pudiendo incluso unirse a las clases de baile u otras actividades que ofrece la clínica. Esto también facilita la familiarización de los niñxs con la clínica dental, lo que ayuda a aliviar la tensión cuando tienen que asistir a esta para recibir un tratamiento clínico.

La variedad de materiales utilizados en las paredes exteriores e interiores y en el suelo de cada volumen, así como el cambio de nivel del suelo, confieren al espacio un espíritu lúdico que los visitantes pueden disfrutar. La relación entre el techo y cada volumen también varía - tocando en el borde, compensado, cortado, penetrando a través -, de alguna manera todos estos elementos se reúnen bajo el suave techo plateado que flota sobre ellos.

El techo continuo de montaña y valle que cubre las habitaciones y los patios se perfora ocasionalmente permitiendo que la luz del sol penetre en la planta baja, lo suficiente para que crezcan plantas debajo. Su forma plegada que se asemeja a los tejados a dos aguas de las casas vecinas, permite estructuralmente un sistema autoportante con una cantidad mínima de columnas. El tejado se extiende y forma una marquesina en voladizo en la entrada que forma una plaza y sobre el jardín delantero abierto hacia la calle.

Rodeada de vegetación y árboles, la clínica no sólo crea una atmósfera relajante para los jóvenes pacientes sino que propone un espacio para acoger y hacer crecer a todos los niños de la comunidad.

Fecha de finalización: Noviembre 2020
Autor: Takashige Yamashita
Ubicación: Niiza-shi, Saitama, Japón
Programa: Clínica dental
Superficie del terreno: 789.50 m²
Superficie del edificio: 430.88 m²
Superficie total del suelo: 299.38 m²
Estructuras: Hiraiwa Structural Consultants
Ingeniero MEP: Kankyo Engineering INC.
Contratista general: Eiko Kensetsu
Paisaje: Tokuzou
Fotografía: Kenichi Suzuki

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