El proyecto consiste en reformar un local diáfano sin uso de planta baja y sótano en una clínica de medicina biológica avanzada con laboratorio. El programa funcional en planta baja incluye la recepción, la sala de espera, 3 consultas, una sala de reuniones polivalente, una zona de tratamiento con 4 boxes, baños, zona de residuos y almacén. En planta sótano se ubica el laboratorio con su almacén y la zona de vestuarios y office para el personal, así como la zona de instalaciones general del local.

Desde el inicio, el proyecto se alinea con la filosofía del centro, dedicado a tratamientos centrados en el poder curativo de nuestro propio cuerpo con el objetivo de regenerar, restaurar o restablecer su funcionamiento normal. Se trabaja mediante la estimulación de los mecanismos de reparación propia del cuerpo en la búsqueda de curar funcionalmente tejidos u órganos dañados.

Se transmiten los valores de la clínica en los materiales usados, que son lo máximo naturales posibles y respetando su origen y el medio ambiente. Se ha utilizado la madera natural y pintura fotocatalítica en paramentos verticales, y pavimentos cerámicos con colores neutros y naturales, para conseguir así un ambiente relajado y confortable para todas las personas usuarias de la clínica.

Se tiene en cuenta tanto la funcionalidad de las diferentes áreas necesarias para el desarrollo de la actividad como la implantación de más confort, calidez y proximidad con el cliente. El espacio de entrada y sala de espera se sitúan en fachada para dar entrada al máximo de luz natural, y así tener los espacios de espera visibles desde el exterior.

La implantación del mobiliario sigue la misma línea, entendidos como piezas singulares que se sitúan en lugares puntuales, generando atmósferas características en cada una de las zonas. Todo el mobiliario se realiza a medida con madera natural lacada, con formas orgánicas que minimizan al máximo la agresividad, y ayudan al movimiento y flujos de las personas dentro de cada sala.

En la entrada, el telón de fondo de madera con el logo de la Clínica Exolife da la bienvenida, con un rincón de espera de la derecha y la mesa de recepción a la izquierda. De esta entrada se accede a la sala de espera, con un gran sofá y una luz cálida que ayuda a hacer la espera más agradable y no augmentar el estrés o el nerviosismo del paciente. Éste pasa a la zona de extracción o tratamiento, que es la zona más hospitalaria del centro, pero a la vez cuida el ambiente con unos sillones de color suave para el acompañante. Las consultas siguen la misma filosofía, con una pared de madera y cristal que da al pasillo y crea un juego de luces y sombras entre los dos ámbitos. La mesa del médico, situada en la entrada, es redonda para poder tener al paciente al lado y dar un trato más personalizado y amable, dejando atrás la mesa con posiciones enfrontadas. La camilla se sitúa detrás de una cortina de tela que da un ambiente de más confort, y a la vez ayuda al confort acústico de la consulta. La sala de reuniones polivalente tiene una gran mesa central que da una gran polivalencia para todos l@s profesionales que trabajan en el centro.

En planta sótano se ubica el laboratorio, en zona restringida, dónde se realizan todos los tratamientos, y es de gran complejidad técnica, con una esclusa de entrada y el tratamiento de aire pertinente.

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