El primer robot quirúrgico de Andalucía acaba de pasar su prueba de fuego con una operación consistente en una extirpación de próstata. Sucedió el pasado viernes en las instalaciones del Hospital Regional Carlos Haya de Málaga y el resultado fue un éxito, según informó ayer el centro hospitalario en un comunicado. Más de media docena de profesionales de los servicios de Urología del Carlos Haya y del Hospital Clínico Universitario -ambos centros trabajan juntos en este proyecto- se encargaron de pilotar el equipo, que utiliza la llamada tecnología Da Vinci y que es pionero en la región. La precisión de sus cuatro brazos robotizados, la experiencia de los cirujanos que los guiaron y cinco horas bastaron para operar con éxito a un varón que precisaba la extirpación de su próstata y al que el hospital tenía previsto dar el alta en esta jornada. El tiempo de postoperatorio se habrá reducido así a más de la mitad. Y también disminuyen el dolor, la utilización de anestesia y la pérdida de sangre, porque el aparato trabaja a través de incisiones de un centímetro de diámetro. Pero estas ya eran ventajas de la cirugía laparoscópica -que introduce una cámara de vídeo dentro del paciente-. La verdadera innovación del robot Da Vinci es su avanzada tecnología, que le da una gran amplitud y precisión de movimientos. "Al tratarse de un brazo robotizado con múltiples poleas, la punta está muy articulada y funciona casi como si fuera una muñeca, pero todo a través de un orificio de un centímetro", explicó Víctor Baena, director de la Unidad de Gestión Clínica de Urología del Carlos Haya, que intervino en la operación del viernes. La labor del nuevo equipo no ha hecho más que comenzar. Baena explicó que a partir del próximo lunes realizará dos intervenciones a la semana y que, en breve, serán tres. No sólo del ámbito de la Urología. Sus aproximadamente 300 intervenciones anuales previstas se centrarán también en los campos de la Ginecología, la Oncología y la Cardiología.

Concretamente, se prevé su uso para la extracción de tumores malignos del recto, histerectomías (quitar el útero), reparaciones de la válvula mitral y colocación de bypass coronarios. El número de operaciones en lo que queda de año podría ascender al centenar. Las contraindicaciones del robot Da Vinci son las de la cirugía laparoscópica, que derivan de la necesidad de llenar de gas el abdomen del paciente para facilitar la movilidad y visión de los cirujanos que guían el aparato. Esto último está vetado en pacientes con patologías pulmonares y cardíacas, con los que hay que emplear las técnicas quirúrgicas tradicionales. Los profesionales que trabajan con el robot se formaron en Francia para su manejo. Esta semana participarán el Congreso Europeo de Da Vinci, que tendrá lugar en Bruselas y donde han sido llamados profesionales de diferentes lugares del mundo que expondrán sus experiencias en este tipo de cirugía. Está previsto que esta tecnología, disponible en otras comunidades, se incorpore también al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y al Centro de Entrenamiento del Parque Tecnológico de Granada. (Malaga hoy)