Del hospital digital a la telemedicina
Un día cualquier usted se levanta, va al salón y se sienta en el sofá. Delante tiene una mesa de centro. Si quiere, puede apoyar la taza del café, aunque también puede tocar la superficie, en realidad una inmensa pantalla plana que le recuerda el plan de ejercicios que tiene que hacer esa jornada. En la tele, un avatar le habla y le anima a que realice esa tabla que le recetó el médico. ¡Esta semana has progresado mucho! Otro aparato que apenas llama la atención en una cómoda capta bioseñales que, para cuando se dé cuenta, estarán analizando su enfermera o su médico de referencia. Y ahí sigue usted, en pijama y a varios kilómetros de ellos. Ahora toca medicarse. Gracias a la tele, que se lo ha recordado con un mensaje, no se ha olvidado de la pastilla.
Quizás parezca ciencia ficción, pero no lo es tanto. Algunas personas ya han experimentado lo que supone vivir, aunque sea por unas pocas horas, en un «hogar digital asistencial», como el que Vicomtech-IK4 ha creado en sus instalaciones de Miramón. La firma, que lleva varios años trabajando en la medicina digital, ha ampliado sus laboratorios de San Sebastián, en los que además de este salón futurista hay un quirófano integrado de última generación.Un quirófano de última generación y un hogar que facilita la teleasistencia o la rehabilitación en casa El hogar digital está especialmente indicado para las personas mayores, los enfermos crónicos o los que sufren alguna discapacidad, pero también para el autocuidado de todos los ciudadanos. Aquí se experimenta con diferentes tecnologías de interacción avanzada «con el objetivo de conseguir que las personas puedan gestionar su salud y controlar desde el hogar las diferentes patologías que puedan tener de una manera más eficiente, con la supervisión remota necesaria por parte del personas médico», explica Shab Rajasekhara, director del área de salud y aplicaciones biomédicas de Vicomtech-IK4, sección que en la actualidad cuenta con una veintena de investigadores.
En este laboratorio se testan y validan nuevos avances, y también se mejoran gracias a las aportaciones realizadas, por ejemplo, por los guipuzcoanos que han pasado por el salón. Aquí se investigan tecnologías novedosas que facilitan la interacción con sistemas de salud remotos.
Al lado se sitúa la sección de rehabilitación y `eSalud`. Aquí se trabaja con sistemas como la realidad virtual para que personas que han sufrido un accidente cerebro-vascular o padecen una lesión tras un siniestro de tráfico puedan rehabilitarse. Incluso en casa.
Pero la estancia que más llama la atención es el quirófano, parte básica del hospital digital, y donde se prueban y desarrollan nuevas técnicas antes de que se apliquen a pacientes reales. Sólo faltan enfermos de carne y hueso. En su lugar, un imponente maniquí que hasta respira.
Quizás parezca ciencia ficción, pero no lo es tanto. Algunas personas ya han experimentado lo que supone vivir, aunque sea por unas pocas horas, en un «hogar digital asistencial», como el que Vicomtech-IK4 ha creado en sus instalaciones de Miramón. La firma, que lleva varios años trabajando en la medicina digital, ha ampliado sus laboratorios de San Sebastián, en los que además de este salón futurista hay un quirófano integrado de última generación.Un quirófano de última generación y un hogar que facilita la teleasistencia o la rehabilitación en casa El hogar digital está especialmente indicado para las personas mayores, los enfermos crónicos o los que sufren alguna discapacidad, pero también para el autocuidado de todos los ciudadanos. Aquí se experimenta con diferentes tecnologías de interacción avanzada «con el objetivo de conseguir que las personas puedan gestionar su salud y controlar desde el hogar las diferentes patologías que puedan tener de una manera más eficiente, con la supervisión remota necesaria por parte del personas médico», explica Shab Rajasekhara, director del área de salud y aplicaciones biomédicas de Vicomtech-IK4, sección que en la actualidad cuenta con una veintena de investigadores.
En este laboratorio se testan y validan nuevos avances, y también se mejoran gracias a las aportaciones realizadas, por ejemplo, por los guipuzcoanos que han pasado por el salón. Aquí se investigan tecnologías novedosas que facilitan la interacción con sistemas de salud remotos.
Al lado se sitúa la sección de rehabilitación y `eSalud`. Aquí se trabaja con sistemas como la realidad virtual para que personas que han sufrido un accidente cerebro-vascular o padecen una lesión tras un siniestro de tráfico puedan rehabilitarse. Incluso en casa.
Pero la estancia que más llama la atención es el quirófano, parte básica del hospital digital, y donde se prueban y desarrollan nuevas técnicas antes de que se apliquen a pacientes reales. Sólo faltan enfermos de carne y hueso. En su lugar, un imponente maniquí que hasta respira.
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