Las superficies de cobre matan más del 80% de bacterias en hospitales
La investigación se llevó a cabo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital del Cobre de Calama, en pleno desierto de Atacama, a 1.564 kilómetros al norte de Santiago de Chile, y concluyó en marzo. Este estudio se llevó a cabo de forma paralela en Calama y en tres hospitales de Estados Unidos.
Como particularidad, en la ciudad chilena se buscaba investigar además si la sequedad del desierto podía contrarrestar la capacidad bactericida del cobre, "pero se vio que no era así", avanzó Tardito.
Durante diez semanas, en las salas UCI del hospital de Calama se recogieron muestras de las seis superficies cercanas al enfermo que tienen una mayor carga bacteriana, según se había establecido previamente.
Las superficies "más sucias" resultaron ser las barandas de las camas, la palanca para moverlas, la mesa para colocar la bandeja, el lápiz con el cual se ingresa la información en el monitor, el portasueros y los apoyabrazos de las sillas.
Después, en un grupo de salas se reemplazaron estas seis superficies por objetos de cobre y, al comparar los datos, se observó que la reducción del número de bacterias alcanzaba en promedio el 80 por ciento, y en algunas superficies llegaba incluso al 90%.
El próximo paso debiera ser demostrar la correlación entre esta baja observada en la carga bacteriana en los objetos y el impacto de esa reducción sobre una posible reducción de las infecciones intrahospitalarias. Estas infecciones causan en Chile entre 6.000 y 7.000 muertes al año y tienen un coste de 70 millones de dólares.
En el estudio participaron la Universidad de Chile, la Asociación Internacional del Cobre, la Corporación de Fomento de la Producción y la estatal Corporación Nacional del Cobre (Codelco), la mayor productora mundial de ese metal.Se ha demostrado en un estudio realizado por la Universidad de Chile, la Asociación Internacional del Cobre, la Corporación de Fomento de la Producción y la estatal Corporación Nacional del Cobre
Como particularidad, en la ciudad chilena se buscaba investigar además si la sequedad del desierto podía contrarrestar la capacidad bactericida del cobre, "pero se vio que no era así", avanzó Tardito.
Durante diez semanas, en las salas UCI del hospital de Calama se recogieron muestras de las seis superficies cercanas al enfermo que tienen una mayor carga bacteriana, según se había establecido previamente.
Las superficies "más sucias" resultaron ser las barandas de las camas, la palanca para moverlas, la mesa para colocar la bandeja, el lápiz con el cual se ingresa la información en el monitor, el portasueros y los apoyabrazos de las sillas.
Después, en un grupo de salas se reemplazaron estas seis superficies por objetos de cobre y, al comparar los datos, se observó que la reducción del número de bacterias alcanzaba en promedio el 80 por ciento, y en algunas superficies llegaba incluso al 90%.
El próximo paso debiera ser demostrar la correlación entre esta baja observada en la carga bacteriana en los objetos y el impacto de esa reducción sobre una posible reducción de las infecciones intrahospitalarias. Estas infecciones causan en Chile entre 6.000 y 7.000 muertes al año y tienen un coste de 70 millones de dólares.
En el estudio participaron la Universidad de Chile, la Asociación Internacional del Cobre, la Corporación de Fomento de la Producción y la estatal Corporación Nacional del Cobre (Codelco), la mayor productora mundial de ese metal.Se ha demostrado en un estudio realizado por la Universidad de Chile, la Asociación Internacional del Cobre, la Corporación de Fomento de la Producción y la estatal Corporación Nacional del Cobre
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