Nuevo banco de cerebros para combatir las enfermedades neurológicas
La Fundación CIEN (Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, ha presentado su nuevo Banco de Tejidos, el BT-CIEN, destinado al estudio de las enfermedades neurológicas, como el Alzheimer o el Parkinson, a su diagnóstico y prevención y al desarrollo de tratamientos para combatirlas.
Este nuevo banco, con sus 302 casos registrados, se une a los siete ya en funcionamiento en todo el país (dos en Barcelona, dos en Madrid y uno en Navarra, Murcia y Vigo) y surge de la fusión del Banco de Tejidos para la Investigación Neurológica de Madrid (BTIN) y el biobanco que existía en el Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía, donde se ubica el nuevo centro, según explicó en el acto de presentación de esta institución el director general del Instituto de Salud Carlos III, José Jerónimo Navas.
En este sentido, Navas destacó la necesidad de que todos los bancos colaboren en red. "La investigación biomédica ha cambiado notablemente en los últimos años y ahora sabemos que las enfermedades neurológicas tienen una base genética que las técnicas actuales permiten estudiar al objeto de buscar dianas terapéuticas para evitar la enfermedad y desarrollar pruebas diagnósticas --explicó--. Pero para ello es necesario disponer de muestras biológicas", que proceden únicamente de las donaciones.
El objetivo es el estudio de las enfermedades neurológicas, como el Alzheimer o el Parkinson, a su diagnóstico y prevención y al desarrollo de tratamientos para combatirlas Tanto el director general del Instituto de Salud Carlos III como el director del BT-CIEN, Alberto Rábano, insistieron en la necesidad de que se produzcan donaciones para poder desarrollar estas investigaciones, por lo que consideran imprescindibles campañas de concienciación a la sociedad respecto a la donación de cerebros.
"La parte fundamental de la investigación es la donación, porque una estructura de investigación magnífica sin material no sería eficiente --dijo Navas--. La mayor parte de la investigación se hace con modelos animales, porque se dispone de material vivo, pero hay diferencias entre los ratones y los humanos, por tanto trabajar con material en fresco es absolutamente fundamental. Ahora comienza una nueva etapa en la que ya no es tan necesario trabajar con animales porque se trabaja con muestras de tejidos directamente".
NECESIDAD DE CEREBROS SANOS PARA INVESTIGAR
"El mensaje de la donación ha calado entre los pacientes de enfermedades neurológicas y sus familias, pero no en las de cerebros sanos", admitió el doctor Rábano. Estos cerebros sin patologías, denominados `controles` por los expertos porque permiten su comparación con los enfermos, son fundamentales para la investigación y su donación actualmente es muy escasa.
Según explicó el director del centro, la donación de cerebros por parte de pacientes de Alzheimer, Parkinson o cualquier otra enfermedad neurodegenerativa han pasado de los cinco anuales en 1996 a los cerca de 40 del pasado año, la gran mayoría de ellos procedentes de Madrid, por cuestiones "de cercanía". Las donaciones experimentaron un repunte a partir del año 2001, con la aparición de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, conocida como `mal de las vacas locas`, de los que se han diagnosticado cinco casos en España tras el estudio `post-mortem` de los afectados.
En este sentido, el director del centro explicó que si institucional y políticamente se apoyara la donación de cerebros como se hizo con la vigilancia de la `enfermedad de las vacas locas` "estaríamos en el primer lugar del mundo, como estamos en el de trasplantes, porque la cultura de la donación ya la tenemos garantizada".
No obstante, a pesar de la innegable necesidad de campañas de donación de cerebros, el 81 por ciento de las mismas se produjo de pacientes que no habían hecho donación en vida, y sólo un 19 por ciento de las más de 600 personas que se han hecho donantes puede efectuarse la misma. Especialmente difícil es conseguir cerebros afectados con enfermedad de Parkinson, según señalan los investigadores.
Este nuevo banco, con sus 302 casos registrados, se une a los siete ya en funcionamiento en todo el país (dos en Barcelona, dos en Madrid y uno en Navarra, Murcia y Vigo) y surge de la fusión del Banco de Tejidos para la Investigación Neurológica de Madrid (BTIN) y el biobanco que existía en el Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía, donde se ubica el nuevo centro, según explicó en el acto de presentación de esta institución el director general del Instituto de Salud Carlos III, José Jerónimo Navas.
En este sentido, Navas destacó la necesidad de que todos los bancos colaboren en red. "La investigación biomédica ha cambiado notablemente en los últimos años y ahora sabemos que las enfermedades neurológicas tienen una base genética que las técnicas actuales permiten estudiar al objeto de buscar dianas terapéuticas para evitar la enfermedad y desarrollar pruebas diagnósticas --explicó--. Pero para ello es necesario disponer de muestras biológicas", que proceden únicamente de las donaciones.
El objetivo es el estudio de las enfermedades neurológicas, como el Alzheimer o el Parkinson, a su diagnóstico y prevención y al desarrollo de tratamientos para combatirlas Tanto el director general del Instituto de Salud Carlos III como el director del BT-CIEN, Alberto Rábano, insistieron en la necesidad de que se produzcan donaciones para poder desarrollar estas investigaciones, por lo que consideran imprescindibles campañas de concienciación a la sociedad respecto a la donación de cerebros.
"La parte fundamental de la investigación es la donación, porque una estructura de investigación magnífica sin material no sería eficiente --dijo Navas--. La mayor parte de la investigación se hace con modelos animales, porque se dispone de material vivo, pero hay diferencias entre los ratones y los humanos, por tanto trabajar con material en fresco es absolutamente fundamental. Ahora comienza una nueva etapa en la que ya no es tan necesario trabajar con animales porque se trabaja con muestras de tejidos directamente".
NECESIDAD DE CEREBROS SANOS PARA INVESTIGAR
"El mensaje de la donación ha calado entre los pacientes de enfermedades neurológicas y sus familias, pero no en las de cerebros sanos", admitió el doctor Rábano. Estos cerebros sin patologías, denominados `controles` por los expertos porque permiten su comparación con los enfermos, son fundamentales para la investigación y su donación actualmente es muy escasa.
Según explicó el director del centro, la donación de cerebros por parte de pacientes de Alzheimer, Parkinson o cualquier otra enfermedad neurodegenerativa han pasado de los cinco anuales en 1996 a los cerca de 40 del pasado año, la gran mayoría de ellos procedentes de Madrid, por cuestiones "de cercanía". Las donaciones experimentaron un repunte a partir del año 2001, con la aparición de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, conocida como `mal de las vacas locas`, de los que se han diagnosticado cinco casos en España tras el estudio `post-mortem` de los afectados.
En este sentido, el director del centro explicó que si institucional y políticamente se apoyara la donación de cerebros como se hizo con la vigilancia de la `enfermedad de las vacas locas` "estaríamos en el primer lugar del mundo, como estamos en el de trasplantes, porque la cultura de la donación ya la tenemos garantizada".
No obstante, a pesar de la innegable necesidad de campañas de donación de cerebros, el 81 por ciento de las mismas se produjo de pacientes que no habían hecho donación en vida, y sólo un 19 por ciento de las más de 600 personas que se han hecho donantes puede efectuarse la misma. Especialmente difícil es conseguir cerebros afectados con enfermedad de Parkinson, según señalan los investigadores.
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