El pasado mes de septiembre se inauguraron los nuevos quirófanos del Hospital Universitario Vall d`Hebron (HUVH), sin lugar a dudas unos de los más modernos de Europa.

En los 19 nuevos quirófanos hay una combinación de materiales de primera calidad, equipamiento puntero, tecnología en eficiencia energética i cumplimiento estricto de los requerimientos que garantizan la seguridad de las personas y de los equipamientos.

La eficiencia energética, con la consiguiente reducción del consumo de energía y la reducción de la huella de carbono, se ha conseguido con cerramientos que garantizan un buen aislamiento, grifos del tipo electrónico con control de caudal, iluminación temporizada, climatizadores con recuperación de calor entre el aire de entrada y el aire de extracción de los quirófanos , sistema de automatización de las instalaciones que permiten la regulación por horarios , bombas de agua de calefacción y refrigeración, ventiladores con variadores de frecuencia y bombas de vacío eficientes.

Existen otras dos peculiaridades que hacen diferentes los quirófanos del HUVH. Por una parte, se han abierto 19 quirófanos simultáneamente, y por la otra, que han pasado 14 años desde la fase de proyección y diseño hasta el control de calidad y puesta en marcha. Desgraciadamente no son las únicas instalaciones que, dada la coyuntura económica de los últimos años, les ha pasado lo mismo.

La puesta en marcha del Bloque quirúrgico del HUVH ha sido un reto verdaderamente motivador, y ha supuesto un esfuerzo de un equipo de profesionales de varias disciplinas.

En el momento de la puesta en marcha, el equipo que había diseñado los quirófanos no era el mismo que el que ha hecho la puesta en marcha. Esto ha supuesto que la dirección facultativa de la obra, tanto de arquitectura como de ingeniería , la dirección de ejecución, promotor público, constructora, propiedad y mantenimiento del hospital, hiciésemos un paro en avalancha de las tareas derivadas de la puesta en marcha del bloque quirúrgico para reflexionar sobre como adaptar la filosofía de la instalación y las medidas de seguridad y eficiencia energética que habían querido implantar en el momento de su concepción, a las circunstancias técnicas y de procesos quirúrgicos actuales, que han evolucionado desde el 2002.

Una vez se determinaron los parámetros de funcionamiento según el plan funcional de los quirófanos para 2016, se comprobaron in situ las diferentes instalaciones: Fontanería, estructura, seguridad eléctrica, climatización, gases medicinales y control. Se revisaron todos los elementos de dichas instalaciones, encontrando anomalías como: Baterías del sistema de alimentación ininterrumpida agotados, tuberías llenas de aire, filtros sucios o deteriorados, purgadores obturados, parámetros y consignas del sistema de control automatizado desajustado, etc.

Para la obertura, se analizaron los trabajos pendientes a nivel del coste, planificación en el tiempo y recursos humanos dedicados.

Desde el momento en que Gerencia nos indicó la fecha de apertura de los quirófanos y una vez hecha la lista de tareas pendientes, nos fijamos como fecha límite de puesta en marcha el 15 de agosto, un mes antes del inicio de la actividad. Durante todo el mes de agosto, es decir desde del 30 de julio hasta el 12 de setiembre, las instalaciones estuvieron trabajando a régimen normal con la finalidad de detectar todas las anomalías posibles y trabajar del lado de la seguridad.

Se seleccionó un equipo de dos operarios que para que, durante la puesta en marcha, estuviera dedicados en exclusiva al bloque quirúrgico. Estos operarios serían los mismos que estarían al frente de la instalación durante la explotación, siempre dirigidos por el jefe de mantenimiento.

Como resumen, las comprobaciones y reparaciones que se realizaron antes de la puesta en marcha fueron:

1- Comprobación de las circulaciones de personal y las señalizaciones del bloque, de manera que se respetase la diferenciación entre circuito limpio y sucio.

2- Ajuste del cierre de todas las puertas automáticas herméticas de quirófanos.

3- Ajuste de todas las puertas contraincendios con comprobación de su cierre automático al ser liberadas por la detección.

4- Comprobación de los niveles acústicos y vibraciones.

5- Comprobación de la continuidad eléctrica de todos los elementos metálicos, para garantizar la seguridad de las personas y la detección de fugas eléctricas.

6- Comprobación de la electrónica de los SAI`s y del estado de carga de las baterías.

7- Comprobación de los transformadores de aislamiento.

8- Purga de todos los circuitos de agua de climatización.

9- Reprogramación del sistema de control para actualizar a la numeración definitiva de quirófanos, así como la serigrafía de cuadros y salas técnicas.

10- Puesta a punto de los ordenadores de mantenimiento de cada quirófano.

11- Comprobación y ajuste de las sobrepresiones que garantizan los flujos de aire dentro del bloque y que permiten mantener el estado de limpieza requerido.

12- Comprobación de fugas de toda la instalación de gases medicinales y la calidad de los mismos. Se verificó de esta forma que no habían gases cruzados.

13- Comprobación del estado de limpieza de las bocas contraincendios con el fin de descartar fugas de agua y tapones de barro producidos por el paso del tiempo.

14- Puesta en marcha de los protocolos obligatorios para evitar la proliferación de la legionela.

15- Comprobación de la integridad y obturación de los filtros absolutos así como una validación final de los quirófanos y áreas limpias por una empresa certificada.

16- Puesta en marcha de los 7 ascensores que dan servicio al Bloque.

Finalmente y pese a ser una obra nueva, no hemos de obviar que cualquier equipamiento es vivo y debe ir adecuándose a su uso y las nuevas tecnologías disponibles.