Fecha: Septiembre 2019
Idioma: Castellano
Procedencia: Mario Corea Arquitectura
Web: ver aquí
Autor: Mario Corea, arquitecto fundador de Mario Corea Arquitectura

Hacia una arquitectura social
Con la voluntad de crear una red de infraestructuras sanitarias, así como de escuelas y centros culturales, que garantizara el bienestar y cubriera las necesidades de los ciudadanos, el Gobierno de Santa Fe inició un programa de arquitectura social en la provincia, auspiciado por Dr. Hermes Binner, y continuado por Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz.

Uno de los ejes del plan estratégico era la descentralización, que tenía como objetivo organizar la región en redes conectando las áreas centrales con las periféricas, corrigiendo desigualdades territoriales y potenciando los recursos de la región. En este sentido, pueden identificarse cinco “nodos” regionales: Reconquista, Rafaela, Santa Fe, Rosario y Venado Tuerto. Cada uno de ellos requería de una construcción hospitalaria y la Unidad de Proyectos Especiales del Ministerio de Obras Públicas de Santa Fe, bajo la dirección de los arquitectos Mario Corea, Silvana Codina y Francisco Quijano, dio respuesta a esta necesidad.

Así, dada la realidad social de la provincia, se concluyó que era necesario construir tres tipos de centros de salud: por un lado, centros de atención primaria; por otro, hospitales ambulatorios de alta complejidad con especialidades médicas; y finalmente, hospitales de cuidados críticos con amplia capacidad de diagnóstico. El equipo de arquitectos del proyecto debía, además, hacer frente a la diversidad geográfica y económica de los territorios que componen la provincia de Santa Fe. Y, para ello, fue decisivo planificar esta red de infraestructuras sanitarias mediante el “sistema tipológico proyectual”.

El sistema tipológico para hospitales
Este innovador sistema, creado por el autor de este artículo, permite llevar a cabo distintos proyectos arquitectónicos adaptándolos a diferentes escalas, territorios y grupos de usuarios. Todos los proyectos comparten un mismo lenguaje arquitectónico que privilegia la unidad de las arquitecturas. En consecuencia, los elementos espaciales internos del módulo base pueden reconfigurarse en función de futuros cambios tecnológicos y de uso sin modificar la estructura de soporte, la circulación general o las fachadas. Además, es un sistema abierto que, a diferencia de la idea del prototipo, tiene en cuenta el clima y la topografía del lugar. Por ese motivo, podemos definirlos como “hospitales evolutivos”, es decir, arquitecturas sanitarias, caracterizadas por su adaptabilidad, capaces de acondicionarse a diferentes programas, usos o tecnologías a lo largo del tiempo.

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