Eibar, un hospital con cimientos tóxicos
El Gobierno en funciones de Patxi López se marchará dejando un regalo envenenado al municipio de Eibar y a la red de centros sanitarios de Euskadi. A punto de abandonar sus puestos, los responsables de los Departamentos de Sanidad y Medio Ambiente y Planificación Territorial han decidido licitar el proyecto de construcción del Hospital de Subagudos de Eibar y autorizar su construcción en un solar contaminado por cianuro, metales pesados y otras sustancias peligrosas.
Con estas medidas, adoptadas prácticamente en el tiempo de descuento de la legislatura, el Gobierno Vasco saliente compromete para el entrante un gasto de casi 30 millones de euros y deja listo para su desarrollo un proyecto polémico desde el principio debido a las condiciones del emplazamiento elegido y a la compra por parte del Ayuntamiento de Eibar de los terrenos que ocupará el nuevo centro para enfermos crónicos. Y es que el solar sobre el que va a levantarse el futuro hospital albergó durante muchos años diversas instalaciones industriales y, según los informes técnicos encargados por el Ayuntamiento de Eibar, está contaminado por metales pesados, cianuros, PCB (Difenilos Policlorados), PAH (Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos) y TPH (Hidrocarburos Totales del Petróleo).
La constatación de la existencia de estos productos tóxicos en el solar que ocupaba la antigua fábrica de Mendiguren y Zarraua no ha sorprendido a nadie. Lo que sí resulta sorprendente es que la Viceconsejería de Medio Ambiente declare estos terrenos como "suelo alterado", diga que "el emplazamiento referenciado es compatible con el uso urbano previsto" y que no exija su descontaminación previa, sino que únicamente plantee una "gestión adecuada" de los materiales que se excaven y un "seguimiento de la calidad de las aguas subterráneas".Medio ambiente y sanidad autorizan la construcción del centro sanitario en un solar contaminado.
Con estas medidas, adoptadas prácticamente en el tiempo de descuento de la legislatura, el Gobierno Vasco saliente compromete para el entrante un gasto de casi 30 millones de euros y deja listo para su desarrollo un proyecto polémico desde el principio debido a las condiciones del emplazamiento elegido y a la compra por parte del Ayuntamiento de Eibar de los terrenos que ocupará el nuevo centro para enfermos crónicos. Y es que el solar sobre el que va a levantarse el futuro hospital albergó durante muchos años diversas instalaciones industriales y, según los informes técnicos encargados por el Ayuntamiento de Eibar, está contaminado por metales pesados, cianuros, PCB (Difenilos Policlorados), PAH (Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos) y TPH (Hidrocarburos Totales del Petróleo).
La constatación de la existencia de estos productos tóxicos en el solar que ocupaba la antigua fábrica de Mendiguren y Zarraua no ha sorprendido a nadie. Lo que sí resulta sorprendente es que la Viceconsejería de Medio Ambiente declare estos terrenos como "suelo alterado", diga que "el emplazamiento referenciado es compatible con el uso urbano previsto" y que no exija su descontaminación previa, sino que únicamente plantee una "gestión adecuada" de los materiales que se excaven y un "seguimiento de la calidad de las aguas subterráneas".Medio ambiente y sanidad autorizan la construcción del centro sanitario en un solar contaminado.
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