El Hospital Clínic se plantea que sea regido por sus médicos
Privatización ha sido la palabra clave para llenar pasillos, cafetería, salas, quirófanos, mostradores y despachos de la más absoluta inquietud. El Clínic, un orgulloso hospital formado por 4.500 empleados -entre ellos un millar de médicos con abundancia de primeras figuras y otro millar largo de enfermería con niveles de decisión poco comunes en la sanidad española-, ha pasado el último mes sumido en el desasosiego por los rumores de que les iban a vender, que les iban a privatizar. Que iban a dejar de ser lo que eran.
El miércoles casi se oyó un suspiro de alivio. Todos recibieron el compromiso escrito de su director general, Josep Maria Piqué, por correo electrónico, de que las soluciones jurídicas que estudian -para resolver la irregularidad jurídica en el que vive desde el 2008- mantienen al Clínic como un centro público encargado de atender a un tercio de los vecinos de Barcelona y a una gran parte de los problemas de salud complejos de Catalunya y más allá. También decía que todos iban a seguir con el mismo convenio laboral y que la gestión se encargaría a una entidad siempre sin ánimo de lucro, nada de compañías de seguros o asimilados. Y que cuenta con la implicación de los profesionales para este reto.
Esa entidad de gestión tiene muchos puntos para ser una fundación -de derecho privado y sin ánimo de lucro, tal como marca la ley- formada por los propios profesionales del centro, pero que, dado que gestionar significa también hacerlo a riesgo de que se pierda dinero, tendrán que poner dinero de su bolsillo.
"No sabemos nada de eso, las conversaciones no han llegado a ese detalle, pero una cosa es participar en la gestión y otra asumir posibles pérdidas y poner dinero", apunta la doctora Àngels Escorsell, presidenta de la asociación profesional de los facultativos del hospital. "¡Una empresa que maneja un presupuesto de más de 400 millones! "
¿Sólo médicos? Aunque aún está por definir el detalle de cómo se participa en la fundación y en la gestión del centro, la propuesta está de momento más dirigida a quienes han mostrado interés en tomar las riendas, un amplio grupo de facultativos. "La enfermería está satisfecha en este hospital, tenemos carrera profesional y un papel ahora mucho más relevante. Por eso, no contar con ella en ese proyecto de gestión crearía un conflicto", admite Anna Muela, presidenta de la Apich, la asociación profesional del Clínic.
El hospital resolverá su futuro jurídico como propiedad pública y gestión privada. La dirección del centro garantiza que será público y con el mismo convenio
El miércoles casi se oyó un suspiro de alivio. Todos recibieron el compromiso escrito de su director general, Josep Maria Piqué, por correo electrónico, de que las soluciones jurídicas que estudian -para resolver la irregularidad jurídica en el que vive desde el 2008- mantienen al Clínic como un centro público encargado de atender a un tercio de los vecinos de Barcelona y a una gran parte de los problemas de salud complejos de Catalunya y más allá. También decía que todos iban a seguir con el mismo convenio laboral y que la gestión se encargaría a una entidad siempre sin ánimo de lucro, nada de compañías de seguros o asimilados. Y que cuenta con la implicación de los profesionales para este reto.
Esa entidad de gestión tiene muchos puntos para ser una fundación -de derecho privado y sin ánimo de lucro, tal como marca la ley- formada por los propios profesionales del centro, pero que, dado que gestionar significa también hacerlo a riesgo de que se pierda dinero, tendrán que poner dinero de su bolsillo.
"No sabemos nada de eso, las conversaciones no han llegado a ese detalle, pero una cosa es participar en la gestión y otra asumir posibles pérdidas y poner dinero", apunta la doctora Àngels Escorsell, presidenta de la asociación profesional de los facultativos del hospital. "¡Una empresa que maneja un presupuesto de más de 400 millones! "
¿Sólo médicos? Aunque aún está por definir el detalle de cómo se participa en la fundación y en la gestión del centro, la propuesta está de momento más dirigida a quienes han mostrado interés en tomar las riendas, un amplio grupo de facultativos. "La enfermería está satisfecha en este hospital, tenemos carrera profesional y un papel ahora mucho más relevante. Por eso, no contar con ella en ese proyecto de gestión crearía un conflicto", admite Anna Muela, presidenta de la Apich, la asociación profesional del Clínic.
El hospital resolverá su futuro jurídico como propiedad pública y gestión privada. La dirección del centro garantiza que será público y con el mismo convenio
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