El ‘lean’ en el rediseño de procesos del sector sanitario de la Columbia Británica. Siete estudios de caso
El gasto en sanidad en la Columbia Británica, en Canadá, aumenta progresivamente y aún se esperan más incrementos con el aumento de la demanda de cuidados y los cambios en el sector. En este momento, un reto importante para los decisores es la mejora de la accesibilidad a servicios sanitarios de calidad asegurando la sostenibilidad del sistema de salud público.
Con este escenario, en noviembre del 2010, el Leadership Council decidió apoyar la aplicación del lean junto con las autoridades de sanidad como una herramienta de rediseño de procesos. Esta es una de las estrategias clave para enderezar la agenda de innovación y cambio del Ministerio de Sanidad de Canadá, preocupado por la reducción del malgasto y por el incremento del valor en el sector. Se ha delegado un importante grado de decisión a las autoridades locales en la determinación del ámbito de actuación de sus iniciativas, desde la herramienta de rediseño hasta la filosofía de gestión.
El lean es un abordaje centrado en el paciente, que busca la eliminación sistemática del malgasto en los procesos organizativos de cuidados de salud, para mejorar su calidad, su productividad y su eficiencia. El proceso del lean empieza por hacer un mapping (o mapeado) del recorrido del paciente desde el momento en que entra en el sistema hasta el momento en que sale, para identificar qué actividades ofrecen valor al paciente y eliminar aquellas que no aportan valor (malgasto). Ejemplos de estas últimas en cuidados de salud son la duplicación de pruebas y exámenes, los tiempos de espera de los pacientes o la infrautilización de conocimientos y cualificaciones del personal.
Una vez las actividades de malgasto son identificadas y eliminadas, los pasos que se mantienen se vuelven más eficientes. Es entonces cuando hay que buscar cómo integrarlos para que los servicios resulten más fluidos. De acuerdo con la metodología lean, este ciclo deberá ser repetido continuamente para afinar cada vez más los puntos clave de valor en la cadena de servicio al paciente. El lean se puede utilizar para rediseñar un proceso concreto, como una estrategia para mejorar el proceso del paciente en los diferentes servicios, o como una filosofía de gestión y de cultura organizativa.
En el informe del Ministerio de Sanidad canadiense se presentan siete estudios de caso que fueron identificados por las autoridades como iniciativas lean. Todos ellos lograron un alto grado de éxito y deben servir de inspiración para acciones futuras.
En la región canadiense de la Columbia Británica se está emprendiendo una política de mejora de la accesibilidad y sostenibilidad del sistema de salud, con una herramienta y filosofía de rediseño de procesos, buscando incrementar el valor para el usuario y la eliminación del malgasto
Con este escenario, en noviembre del 2010, el Leadership Council decidió apoyar la aplicación del lean junto con las autoridades de sanidad como una herramienta de rediseño de procesos. Esta es una de las estrategias clave para enderezar la agenda de innovación y cambio del Ministerio de Sanidad de Canadá, preocupado por la reducción del malgasto y por el incremento del valor en el sector. Se ha delegado un importante grado de decisión a las autoridades locales en la determinación del ámbito de actuación de sus iniciativas, desde la herramienta de rediseño hasta la filosofía de gestión.
El lean es un abordaje centrado en el paciente, que busca la eliminación sistemática del malgasto en los procesos organizativos de cuidados de salud, para mejorar su calidad, su productividad y su eficiencia. El proceso del lean empieza por hacer un mapping (o mapeado) del recorrido del paciente desde el momento en que entra en el sistema hasta el momento en que sale, para identificar qué actividades ofrecen valor al paciente y eliminar aquellas que no aportan valor (malgasto). Ejemplos de estas últimas en cuidados de salud son la duplicación de pruebas y exámenes, los tiempos de espera de los pacientes o la infrautilización de conocimientos y cualificaciones del personal.
Una vez las actividades de malgasto son identificadas y eliminadas, los pasos que se mantienen se vuelven más eficientes. Es entonces cuando hay que buscar cómo integrarlos para que los servicios resulten más fluidos. De acuerdo con la metodología lean, este ciclo deberá ser repetido continuamente para afinar cada vez más los puntos clave de valor en la cadena de servicio al paciente. El lean se puede utilizar para rediseñar un proceso concreto, como una estrategia para mejorar el proceso del paciente en los diferentes servicios, o como una filosofía de gestión y de cultura organizativa.
En el informe del Ministerio de Sanidad canadiense se presentan siete estudios de caso que fueron identificados por las autoridades como iniciativas lean. Todos ellos lograron un alto grado de éxito y deben servir de inspiración para acciones futuras.
En la región canadiense de la Columbia Británica se está emprendiendo una política de mejora de la accesibilidad y sostenibilidad del sistema de salud, con una herramienta y filosofía de rediseño de procesos, buscando incrementar el valor para el usuario y la eliminación del malgasto
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