El sector sanitario siempre trabaja para que el bienestar de los pacientes sea lo mejor posible. Estas altas cotas de optimización se alcanzan con decenas de pequeños detalles que incluyen aspectos como la iluminación, la insonorización, la distribución de las diversas estancias, pasillos y plantas, o el tamaño de las habitaciones. También de ello se benefician los médicos, enfermeras, celadores y todo tipo de profesionales sanitarios dedicados a favorecer el cuidado y la salud de todos.

Uno de los elementos que también aporta esta comodidad en centros hospitalarios son las puertas automáticas. Entre otras cuestiones, éstas facilitan el tránsito de personas y mejoran la eficiencia energética de los edificios gracias a que se controla mejor la temperatura y se evitan cambios bruscos en el termómetro general del inmueble. Además, ayudan a frenar bacterias y virus, ya que no es necesario que las personas mantengan contacto con la superficie y, al cerrarse de forma automática, evitan que una habitación o sala quede abierta por error y se produzca una circulación de aire no deseada.

En su compromiso por mejorar la vida que se desarrolla en los edificios destinados a la sanidad, Manusa ha instalado 19 puertas automáticas en la nueva Unidad de Semicríticos del Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona. Quince de ellas como entrada a una quincena de boxes destinados a la atención de aquellas personas que requieren aislamiento o una atención en urgencias, y otras cuatro como puertas de acceso a planta en esta nueva unidad hospitalaria.