Diseño de la UCI Santa Caterina: El espacio físico forma parte del proceso curativo
Fecha: 26 de Febrero 2018
Idioma: Castellano
Web: Ver aquí
Autoras: Laia Isern Meix, arquitecta y directora de desarrollo y Núria Garcia Jané, arquitecta, responsable de proyectos
Colaboradores: Anna Porta
Procedencia: VITALLER arquitectura
La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) funciona como una Unidad intermedia, prestando asistencia a pacientes que proceden de otros servicios clínicos, generalmente médicos o quirúrgicos. Ofrece asistencia multidisciplinar en un espacio específico. Aparecieron cuando se hizo evidente que los pacientes con enfermedades o daños agudos, podían estar mejor atendidos si se agrupaban en zonas específicas del hospital.
La primera descripción histórica de una UCI corresponde a la unidad de recuperación postquirúrgica, presente en la década de 1920 en el Hospital Johns Hopkins de Baltimore, USA. Más adelante, durante la II Guerra Mundial, se establecieron unidades de shock para la resucitación y cuidados postquirúrgicos de los soldados heridos en batalla. Tras la guerra, debido a la falta de personal de enfermería, se empezó a agrupar a los pacientes operados en unidades de recuperación postquirúrgica, que se extendieron a todos los hospitales por sus buenos resultados.
Durante los años 50, con el desarrollo de la ventilación mecánica, se procedió a la organización de unidades para cuidados respiratorios. La UCI general para pacientes graves, concebida como una unidad de enfermería para vigilancia y tratamiento intensivo, ubicada fuera de la sala de hospitalización convencional, tuvo un importante desarrollo en los años 50 y 60, presentando notables diferencias en su diseño, organización y gestión.
Así pues, las UCIs han ido evolucionando durante muchos años con unos objetivos funcionales, estructurales y organizativos de forma que garanticen las condiciones de seguridad, calidad y eficiencia adecuadas para atender a pacientes susceptibles de recuperación. Según los estudios del diseño basado en la evidencia (Ulrich et al., 2004), desde un buen diseño también se puede intervenir en la curación del paciente. Por lo tanto el diseño del espacio se considera trascendente, ya que afecte el ambiente en el que se tratará y recuperará el paciente. Esto se basa en el resultado de varios estudios que aseguran que hay una relación directa entre la recuperación del paciente y el ambiente que percibe a través del diseño arquitectónico del espacio.
El desafío arquitectónico consiste en humanizar el espacio, alejándose de la percepción hospitalaria para que el paciente se sienta en un entorno confortable. El ambiente en la UCI y especialmente el de la sala de pacientes y control de enfermería debe cuidarse para minimizar el estrés tanto de pacientes como de los asistenciales.
Nueva UCI para pacientes semicríticos en el Hospital de Santa Caterina
El proyecto para la Unidad de Cuidados Intensivos para pacientes semicríticos en el Hospital de Santa Caterina del Parc Hospitalari Martí i Julià en Salt nos sirve como ejemplo para mostrar cómo el espacio físico forma parte del proceso curativo, teniendo en cuenta los principales conceptos:
- Luz natural
- Vistas al exterior
- Reducción del ruido
- Privacidad
- Seguridad de los pacientes
Sección fugada, UCI Hospital Santa Caterina, Salt[/caption] Un aspecto esencial para alcanzar este objetivo es el de disponer de iluminación natural. En este sentido resulta fundamental contar con aberturas al exterior. Se han situado los 8 boxes en batería en fachada sur, con ventanas corridas (con posibilidad de oscurecimiento y matización de la luz solar) como elemento básico para permitir la recuperación de la orientación mediante la luz natural, el ciclo día y noche, manteniendo el ritmo circadiano del paciente ingresado.
La privación de sueño produce cuadros de delirio, los cuadros confusionales y las alteraciones emocionales, afectando negativamente a la recuperación del paciente. En la zona norte, con la luz neutra, se dispone la zona de trabajo de personal. Para que la zona central de control de enfermería, dispusiera también de luz natural, se introdujo un lucernario abierto a norte, que dota de luz natural tanto esta zona como el pasillo.
Iluminación natural, a través de los lucernarios, en la zona de trabajo central. La elección de distribuir la planta con la batería también respondió a la necesidad de tener vistas del exterior, a la naturaleza de la que dispone el parque hospitalario y los alrededores. Valorando la importancia de las vistas al exterior, nos hicieron tomar la decisión de girar las camas 90º, respecto el sistema tradicional de distribución de camas de la UCI (mirando hacia el control de enfermería). Con esta disposición el paciente, puede mirar hacia el exterior como sistema de distracción positiva, reduciendo el estrés y calmando a los pacientes.
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Comentarios
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Excelente, son una valiosa fuente de información y alternativas arquitectónicas. Gracias por existir.
Benjamín Vidal