Plan sanitario frente a la legionella PSL
La legionelosis es una enfermedad bacteriana ambiental con dos formas clínicas: la “Enfermedad del Legionario” con neumonía y fiebre alta, y la “Fiebre de Pontiac” con síntomas leves. Esta enfermedad es obligatoria su notificación, siendo controlada a través de la red nacional de vigilancia epidemiológica.
La bacteria Legionella, presente en ambientes acuáticos, puede colonizar sistemas de abastecimiento de agua y generar aerosoles contaminados. Las instalaciones mal diseñadas o sin mantenimiento favorecen su proliferación.
El nuevo Real Decreto busca prevenir y controlar la legionelosis mediante criterios sanitarios coordinados, planes de prevención y control, análisis de calidad del agua y formación del personal. La norma, actualizada por avances científico-técnicos, se centra en la acreditación de laboratorios y establece responsabilidades para titulares y fabricantes.
La nueva normativa propone dos metodologías principales para el control de legionela:
- Plan de Prevención y Control de Legionela (PPCL)
- Plan de Seguridad de Legionela (PSL).
La diferencia entre ellos es que el PPCL es aplicable a cualquier tipo de instalación y sigue un esquema detallado por el Real Decreto. Por otro lado, el PSL, recomendado para instalaciones sensibles, requiere un enfoque más sofisticado y un equipo de trabajo cualificado.
Una vez implementados, estos planes requieren un proceso de validación para confirmar su efectividad. La validación se realiza mediante la evaluación de indicadores como la presencia de legionela, aerobios y otros parámetros biológicos, comparando los resultados con los obtenidos bajo el PPCL.
Desde Ambisalud han considerado que es importante separar la responsabilidad de control y actuación, es preferible separar la responsabilidad de la ejecución de los tratamientos de limpieza y desinfección de la toma de muestras que en definitiva son el control de calidad que verifica la efectividad de las medidas.
Esta filosofía está muy asumida en calidad de aire interior, por ejemplo, en las limpiezas de conductos: la verificación debe ser hecha por una entidad independiente, pero en control de Legionella es habitual que una misma empresa lo haga todo.
Por otra parte, incluso el diseño de un plan de control flexible (PSL) puede generar situaciones de conflicto de intereses, en función del número de operaciones a recomendar. El nuevo Real Decreto enfatiza en este aspecto al indicar la separación de responsabilidades en la toma de muestras.
Este documento de Ambisalud profundiza en el diseño de un Plan de Seguridad de Legionela mediante el caso al Hospital Universitario Santa Cristina de Madrid.
Puedes revisar este documento de Ambisalud sobre Prevención y control de la Legionella haciendo clic aquí.
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