Las instalaciones de ACS en los hospitales y la legionelosis nosocomial

Instalaciones Calefacción y ACS Fontanería Higiene y desinfección hospitalaria Las instalaciones de ACS en los hospitales y la legionelosis nosocomial

Para evitar la proliferación de patógenos en los hospitales que pueden provocar enfermedades nosocomiales a sus pacientes, entre ellas, la legionelosis, se deben cumplir estrictas normativas vigentes en la actualidad.

Cuando hablamos de enfermedades nosocomiales, ¿a qué nos referimos? Cuando un paciente ha pasado al menos la mitad del periodo de incubación en un establecimiento hospitalario (de 2 a 10 días antes de la fecha de inicio de los síntomas) o cuando se ha obtenido del paciente un tipo genético de Legionela idéntico al aislado en el sistema de agua del hospital en el periodo de tiempo en el que se diagnosticó el caso, se puede hablar de un caso nosocomial.

En los sistemas de ACS de los hospitales, la detección temprana, el control y prevención de la legionella son esenciales para la seguridad ambiente y por tanto la salud pública. La palabra clave, en estos casos es la “prevención” y ello se consigue con un diseño equilibrado de la instalación, un mantenimiento adecuado y un estricto cumplimiento de la normativa.

El marco normativo que hay que seguir está claro y se ha actualizado en los últimos tres años, sustituyendo una normativa vigente desde el 2003 ya totalmente obsoleta y sobrepasada por el conocimiento técnico-científico sobre la bacteria, la experiencia acumulada tanto en la aplicación de la normativa, como por los resultados de los estudios epidemiológicos y brotes producidos durante estos años.

Todas estas mejoras técnicas e innovaciones se han aplicado en las nuevas normativas. Se trata de las normas:

  • Real Decreto 487/2022 del 21 de junio, por el que se establecen los requisitos sanitarios para la prevención y control de la legionelosis.
  • Su posterior modificación, con el RD 614/2024 del 2 de junio.
  • Para tener en cuenta también el RD3/2023 que regula la calidad de agua del consumo humano, control y suministro con requisitos específicos para hospitales y otras instalaciones prioritarias.

Es de conocimiento generalizado que el hábitat natural del microorganismo Legionella se encuentra en las zonas acuáticas de lagos, ríos y estanques.  Al canalizarse esta agua y darle entrada a la red de distribución del agua de consumo, las bacterias pasan de un hábitat natural a uno artificial, incorporándose al agua sanitaria (tanto fría como caliente) por medio de conducciones, depósitos, torres de refrigeración, humidificadores, nebulizadores, duchas y grifos.

Ello no es un problema para la población en general, pero sí que provoca la necesidad de su control para evitar el crecimiento y proliferación de la bacteria. La bacteria Legionella puede colonizar redes de agua y si las instalaciones están mal diseñadas o no tienen suficiente mantenimiento favorecen su proliferación. El agua contaminada sólo supone un riesgo cuando se dispersa por la atmósfera en forma de microgotas (inferiores o iguales a 5 micras) que sean capaces de pasar a los alveolos pulmonares.

 

La legionelosis se transmite por inhalación de aerosoles

En los hospitales, los afectados por la legionelosis son especialmente, los sujetos inmunodeprimidos, diabéticos, pacientes con enfermedades pulmonares crónicas, individuos fumadores o alcohólicos, y en mayor medida, más hombres que mujeres, habitualmente entre los 40 y 70 años.

Por tanto, en los hospitales el riesgo es muy alto, debido a la circulación constante de agua en los grifos, duchas y otros dispositivos que precisan del agua sanitaria. Si queremos evitar problemas graves, debemos adoptar unas medidas preventivas muy rigurosas, específicamente en estas instalaciones de ACS (agua caliente sanitaria).

Para evitar los casos de legionelosis, hay que controlar las condiciones ambientales que favorezcan la proliferación de la legionela, como las temperaturas entre 25 y 45ºC, el estancamiento del agua, los puntos de la instalación poco usados o los tramos donde literalmente no circula el agua.

La nueva normativa promueve la monitorización continua en parámetros críticos como la temperatura, ph, niveles de biofilm. En los puntos terminales recomienda instalar filtros microbiológicos de probada eficacia frente a la Legionella u otros tipos de sistemas eficaces.

Diferentes estudios aconsejan también que el agua circule a 55ºC en los circuitos de los hospitales, en lugar de los 50ªC.  Estos 5ºC de más, dificultan la proliferación de la bacteria.

Con la nueva normativa se recomienda también que los centros o edificios prioritarios (hospitales, clínicas, centros sanitarios…) adopten un Plan Sanitario frente a la Legionella.

Por ello resulta esencial implementar en nuestras instalaciones soluciones tecnológicas que ayuden a tratar y prevenir la legionella con métodos de desinfección efectivos y que garanticen la ausencia de Legionella.

En Micronela trabajamos en ello desde hace más de 25 años, con nuestros equipos y sistemas de pasteurización de agua en continuo.

Para garantizar la ausencia de Legionella de una instalación hay varios factores a considerar que son determinantes:

  • Garantizar la eliminación o reducción de las zonas sucias, así como los estancamientos, mediante un buen diseño y mantenimiento de las instalaciones y sus equipos.
  • Hay que garantizar una buena circulación del agua en la red ACS.
  • Controlar la temperatura del agua y la desinfección de esta para evitar su crecimiento y reproducción.
  • Minimizar la emisión de los aerosoles.
  • Aplicar medidas correctoras para mitigar riesgos.

Entre otros muchos métodos en Micronela pensamos que la pasteurización en continuo del agua caliente sanitaria es uno de los métodos más efectivos que se pueden encontrar en el mercado para el tratamiento y la prevención de la Legionella en el ACS (agua caliente sanitaria). La cuestión importante aquí es el término “en continuo”.

Cuando realizamos un choque térmico en la instalación, que es uno de los métodos de desinfección indicado en la normativa, las concentraciones de Legionella disminuyen significativamente, pero la durabilidad del impacto de este tratamiento en el ACS es mínima. Pasado poco tiempo después, la bacteria volverá a reproducirse y a recolonizar toda la instalación tratada.

La solución que proponemos es la de un equipo para la desinfección en continuo del Agua Caliente Sanitaria que asegura la eliminación de la bacteria a la entrada de la red de distribución.  Esta red de agua, funcionando con una serie de requisitos mínimos, elimina la bacteria de todo el sistema, y particularmente la que se deposita en el biofilm del interior de las tuberías.  Este sistema funciona de forma permanente y sin ser necesaria ninguna manipulación humana.

El sistema por el que apostamos no utiliza biocidas para el control de la legionelosis, por tanto, preserva las características físico químicas iniciales del agua sanitaria destinada al consumo humano sin deteriorar las instalaciones antiguas, ni las nuevas, aspecto muy importante para todos los departamentos de mantenimiento. Otros sistemas producen corrosiones en las tuberías que hay que evitar a toda costa.

Para seguir leyendo este artículo debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.

Para poder escribir un comentario debe iniciar sesión o darse de alta en el portal.

Patrocinadores Platino