Hasta el momento tenemos claro que el SARS-CoV-2 se propaga a través de la transmisión de gotas que circulan por el aire. Cada vez son más las preocupaciones que existen alrededor de cómo y de qué manera se puede propagar el virus en los entornos interiores. La prevención más común que se ha implementado hasta ahora en el Reino Unido es la de mantener una distancia de seguridad de 2 metros, considerando la propagación del virus a través del aire. Pero hay otro factor que se debe tener presente en cuanto a la propagación del virus, las superficies. Este es un componente critico en cuanto a la seguridad de los trabajadores de la salud que interactúan con pacientes, por ello se debe poner especial atención en cómo puede afectar este tipo de transmisión en un espacio interior.

Actualmente existe poca información sobre la limpieza de superficies en diferentes contextos. El SARS-CoV-2 sigue presente hasta 73 horas en superficies de plástico y acero, y hasta 8 horas en cobre y superficies de cartón. Sin una limpieza efectiva de la superficie, esto puede representar un riesgo importante teniendo en cuenta las superficies como riesgo de transmisión. Por lo que es de vital importancia la higiene de manos después del contacto con las superficies circundantes, debido al transporte asintomático en adultos.

Es por este motivo que Journal of Hospital Infection publicó un interesante artículo sobre un estudio realizado por la University College London para determinar cómo se propagaría del SARS-CoV-2 dentro de un espacio clínico. Se puso un sustituto del virus en un rail de una cama de Pediatría por la mañana y se tomaron muestras por la tarde, en total 44 muestras fueron tomadas no sólo por los espacio más próximos a la habitación, también por otras zonas comunes del hospital. Los resultados de este estudio muestran la importancia de la superficie como método de transmisión.

Debemos tener en cuenta que la muestra sustituta se colocó en un solo sitio, mientras que los pacientes infectados por SARS-CoV-2 introducen continuamente el virus, por lo que los trabajadores de la salud deben tener una estricta higiene de manos, así como una colocación y sustitución cuidadosa del EPI.

Es importante considerar todos los métodos de transmisión, incluido el de las superficies, con tal de reducir el riesgo de propagación el virus. Este estudio destaca el papel de las superficies como depósitos de patógenos y la necesidad de abordar unos eficientes requisitos de limpieza y desinfección de superficies.