Nuevo ciclotrón en Vall d’Hebron impulsará la producción de radiofármacos para tratamientos de precisión

JULIO 2025 | Barcelona, España | VER WEB
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Vall d’Hebron ha instalado un ciclotrón que producirá una gran variedad de radioisótopos, como parte esencial de los radiofármacos, que permitirá realizar diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados. Esta familia de fármacos se utiliza sobre todo en enfermedades como el cáncer, patologías neurológicas o cardíacas, y ayuda a detectarlas y tratarlas de forma más efectiva.

Este acelerador de partículas, de 18 toneladas de peso, ha llegado en dos tráileres de gran tonelaje y se ha instalado en un búnker de 23 metros cuadrados, a 4,5 metros bajo tierra del nuevo edificio del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR). Para transportarlo hasta la cámara hermética se ha utilizado una grúa construida para la ocasión y se ha dividido en dos partes que se han vuelto a montar in situ. El montaje ha durado un total de tres días y ha movilizado a más de 15 personas.

La llegada de este equipo de alta tecnología marca el inicio del proyecto Ciclocat, que permitirá a Vall d’Hebron la producción de radiofármacos para diagnósticos y tratamientos con medicina molecular personalizada. “Gracias al ciclotrón, podremos disponer de una gran variedad de radioisótopos esenciales para la producción de los radiofármacos en el propio hospital”, destaca el Dr. Albert Salazar, gerente del Hospital Universitario Vall d’Hebron.

 

 

Un acelerador de partículas de Premio Nobel

En 1929, el físico estadounidense Ernest Lawrence dibujó en un trozo de papel la idea de un dispositivo capaz de acelerar partículas a gran velocidad en una trayectoria circular. La máquina abría la puerta a la alquimia moderna: al hacer impactar átomos entre sí, se podía transformar un elemento químico en otro. Dicho de otra manera, añadiendo o quitando protones del núcleo atómico, cambiaba la naturaleza de la materia.

El ciclotrón que acoge Vall d’Hebron es un modelo Cyclone Kiube 300 de IBA, que permite la producción de ciertos isótopos con blancos sólidos como el Zirconio-89, que actualmente se importa desde Ámsterdam. Se trata de un equipamiento de alta tecnología que acelera partículas para producir una gran cantidad y variedad de radionúclidos. Estos radionúclidos tienen una vida útil corta, algunos de pocos minutos. Estos servirán para fabricar radiofármacos en los futuros laboratorios adyacentes, unos compuestos que se unen a sustancias como la glucosa para dirigirlos a diferentes dianas biológicas. Entre otras cosas, cuando se inyectan en el organismo, permiten detectar anomalías. “Son especialmente útiles para realizar pruebas de imagen como el PET (tomografía por emisión de positrones), ya que nos ayudan a ver cómo funcionan los tejidos y órganos en tiempo real, clave en el diagnóstico precoz del cáncer y de diversas enfermedades neurológicas, inflamatorias o cardíacas”, explica el Dr. Manel Escobar, director clínico de Radiología y Medicina Nuclear de Vall d’Hebron.

La peculiaridad de estos radiofármacos es que, debido a su vida ultracorta, no todos son comerciales, lo que impide su transporte desde los centros de producción hasta los servicios de medicina nuclear clínica. Por ello, disponer de un ciclotrón y de un laboratorio de producción adyacente dentro de un campus hospitalario es fundamental para garantizar la respuesta del sistema público ante cualquier necesidad. “Con esta infraestructura, Vall d’Hebron podrá disponer de una gran variedad de radiofármacos en el mismo centro, algunos de los cuales no están disponibles en Cataluña, mejorando el acceso a más procedimientos de medicina nuclear, necesarios para el diagnóstico y tratamiento personalizado de cada paciente”, comparte la Dra. Cristina Gámez, jefa del Servicio de Medicina Nuclear de Vall d’Hebron.

 

Características del ciclotrón de Vall d’Hebron 

Este ciclotrón dará servicio a todo el sistema público de medicina nuclear, a través del proyecto Ciclocat, que estará liderado por el Instituto Catalán de la Salud (ICS). El Ciclocat supone una pieza clave dentro de un proyecto que une asistencia clínica e investigación biomédica con el fin de avanzar el sistema sanitario catalán hacia una medicina más eficiente, accesible, de precisión e innovadora. Esto implica la colaboración de profesionales de distintas especialidades, entre los que destacan las y los especialistas en medicina nuclear, en radiofarmacia y en radiofísica. “En este sentido, es fundamental el conocimiento de la física de partículas que aportan los especialistas en radiofísica hospitalaria, para garantizar la máxima eficacia y seguridad”, comenta la Dra. Mercè Beltran, jefa del Servicio de Física Médica y Protección Radiológica de Vall d’Hebron.

 

Una pieza para investigar

En el equipo multidisciplinar jugará también un papel fundamental la aportación de otros especialistas en Radiodiagnóstico, Cardiología, Neurología, Oncología, Endocrinología, Farmacia, así como de los investigadores. El Dr. Raúl Herance, jefe del grupo de investigación en Imagen y Tratamiento Molecular del VHIR, destaca que “el ciclotrón abre la puerta a nuevos proyectos de investigación en diversas áreas médicas y al desarrollo de nuevos radiofármacos, tanto diagnósticos como terapéuticos, con el objetivo de mejorar el diagnóstico y tratamiento de precisión de los pacientes”. El principal radiofármaco que se sintetiza actualmente en este tipo de instalaciones es el [18F]FDG, un análogo de la glucosa que, una vez inyectado, ayuda a detectar la existencia de tumores, su localización y extensión. Este nuevo dispositivo abre la puerta a la investigación biomédica a ensayos clínicos innovadores y a la creación de radiofármacos de nueva generación.

El acelerador de partículas de tipo circular convertirá al Campus sanitario Vall d’Hebron en una unidad central de producción de radiofármacos a nivel catalán. Entre sus beneficios, destaca la mejora del diagnóstico y tratamiento de enfermedades de alta prevalencia, como el cáncer, las cardiopatías o las enfermedades mentales, pero también de enfermedades metabólicas minoritarias; la reducción del coste global de los radiofármacos PET y de terapia; asegurar el suministro de una gran variedad de radioisótopos y radiofármacos no comerciales al sector sanitario; la promoción e investigación de la medicina personalizada y traslacional; y el impulso del sistema de salud como motor de innovación y valor añadido para el sector productivo.

 

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Puedes revisar nuestro reportaje sobre la Ejecución de instalaciones del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) haciendo clic aquí.

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