En pleno bosque a poca distancia de los hospitales más grandes de Noruega, Snøhetta ha diseñado estos refugios de madera aislados de las grandes infraestructuras hospitalarias para hacer más llevadera la hospitalización de los pacientes y sus familiares. Diseñados en nombre de la Fundación Friluftssykehuset, estos nuevos espacios de cuidado al aire libre ofrecen a los usuarios un respiro físico y psicológico de los procesos de tratamiento y el aislamiento que a menudo conlleva una hospitalización a largo plazo.

Estas cabañas orientadas hacia el exuberante bosque y el arroyo de Sognsvann se encuentran a tan solo cien metros de la entrada del hospital más grande de Noruega, el Hospital Universitario de Oslo, Rikshospitalet. El proyecto fue desarrollado en colaboración con el Departamento de Psicosomática y CL-psiquiatría Infantil del Hospital Universitario de Oslo, el Retiro de Cuidado al Aire Libre ofrece un espacio tranquilo donde los usuarios pueden beneficiarse de las cualidades terapéuticas de la naturaleza.

“La naturaleza brinda alegría espontanea y ayuda a los pacientes a relajarse. Estar en un entorno natural les brinda una calma renovada que puede traer de vuelta al hospital. Es este sentido, el retiro de atención al aire libre ayuda a motivar a los pacientes a pasar por el tratamiento” afirma la psicóloga infantil Maren Østvold Lindheim del Hospital Universitario de Oslo, una de las iniciadoras del proyecto.

Este espacio se puede utilizar como espacio de tratamiento y de contemplación, y para pasar tiempo con familiares y amigos fuera del entorno del hospital. Las cabinas están abiertas a todos los pacientes del hospital, independientemente del tipo de e3nfermedad, y la disponibilidad de este espacio se gestiona a través de un sistema de reservas.

El diseño

Los 35 m² contrastan con los grandes espacios de los edificios hospitalarios. La pequeña escala con la que se han diseñado estos espacios hace referencia a la construcción lúdica de la cabaña de árbol típicamente hechas por niños. La madera maciza de la estructura principal de la cabaña se tornará gris con el tiempo, mezclándose así con la naturaleza que le rodea.

Siguiendo el compromiso de Snøhetta con el diseño socialmente sostenible y el espacio público, las cabañas son accesibles y la entrada tiene las dimensiones suficientes para poder entrar camas de hospital.

La cabaña consta de una sala principal, una sala más pequeña para la conversación y tratamientos, y un baño. El interior esta completamente revestido de roble, haciendo eco de la materialidad natural del bosque exterior. En el interior, las coloridas almohadas se pueden mover libremente, lo que permite a los niños construir espacios o acostarse para mirar los arboles a través de la ventana circular situado en el techo de la habitación principal.

Las grandes ventanas de vidrio de la cabaña se pueden abrir completamente, invitando a la naturaleza al espacio interior. De esta manera, los usuarios pueden asomarse al bosque, oler el suelo húmedo y escuchar el sonido del agua que gotea mientras aún están dentro de la cabaña.

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