El encargo consiste en diseñar una clínica de salud mental en Saga City especializada en el tratamiento de pacientes con demencia. Como ocurre en otras ciudades y regiones en Japón, el incremento de la población anciana en Saga ha creado una mayor necesidad de equipamientos médicos para gente mayor. A menudo, los equipamientos sanitarios están planificados y construidos bajo el asesoramiento de profesionales médicos con la principal consideración de crear un espacio para un tratamiento seguro y eficiente de los pacientes.

Este edifico, por contra, está ideado como un espacio de "aprendizaje". No está destinado directamente a tratar la enfermedad sino más bien a proporcionar al usuario un punto de partida para encarar las nuevas condiciones que la demencia comportará en su vida. Este equipamiento cuenta con un jardín exterior diseñado con el objetivo de recrear el paisaje local de campos de arroz y bajos montes, usando flora local. Además, una estantería de 30 metros contiene libros pictóricos con la intención de ser vistos más que de ser leídos, causando un impacto sensorial en el "lector". Este espacio común donde el personal, los pacientes y los familiares pueden interactuar tiene el objetivo de conectar a las personas mediante el "aprendizaje".

Este espacio de encuentro está delimitado en un lado por el muro en el que se apoya la estantería longitudinal y por el otro por un paramento acristalado que nos conecta visualmente con el jardín. Esta dualidad constructiva tiene un objetivo único, y es el de despertar en el paciente con demencia unos estímulos sensoriales que lo conecten con sus ideas, intereses y recuerdos.

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