Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Universitario Gregorio Marañón
En España partimos de una baja cifra de camas de UCI (4,3% de las camas hospitalarias en 2005). A pesar de lo expuesto, en los últimos años prácticamente no se ha modificado, siendo la ratio en 2017 de 9,7 camas por cada 100.000 hab. (4,7% de las camas hospitalarias)
La Medicina Intensiva constituye uno de los principales componentes de los sistemas sanitarios modernos y es el último eslabón en la atención del enfermo crítico. El futuro hace prever una demanda creciente de este tipo de medicina, con un porcentaje importante de la población que requerirá atención en la UCI. En Estados Unidos se considera que más de la mitad de la población ingresará en una UCI a lo largo de su vida.
Existe una imperiosa necesidad de aumentar la capacidad asistencial de los Servicios de Medicina Intensiva, para terminar con una situación de precariedad arrastrada desde hace más de dos décadas, y que tiene consecuencias en los resultados asistenciales.
Ante las cada vez más frecuentes amenazas por infecciones emergentes globales (SARS, MERS, Ébola), que se han materializado brutalmente en la pandemia por COVID-19, es necesario rediseñar estas Unidades, para dotarlas de medios y planes de contingencia, que puedan dar respuesta a estas amenazas.
ANTECEDENTES
El Hospital General Universitario Gregorio Marañón contaba con 18 camas de UCI ampliables a 23. Teniendo en cuenta que ha sido uno de los centros europeos que más pacientes con COVID-19 ha atendido, ya que ha ingresado a más de 4.200 enfermos desde el inicio de la pandemia y de ellos, 385 lo hicieron en las unidades de críticos y que se trata de uno de los mejores hospitales públicos de España ( según los últimos informes de referencia del sector), se hacía evidente la necesidad de ampliar la dotación de camas de UCI.
Para este objetivo se estudiaron diversas opciones tanto de ampliación como de reforma y debido a la necesidad de dar respuesta lo antes posible se llegó a la conclusión de ubicar la nueva unidad de UCI donde estaba la biblioteca del Hospital. De hecho, en la sala de lectura ya se instalaron camas de forma provisional durante la primera ola de la pandemia.
Este espacio es estratégico dentro del conjunto hospitalario ya que dispone de conexión directa con las unidades de Urgencias y el Bloque Quirúrgico, además otro punto a favor es que la central de gases se encuentra justo debajo por lo que se optimiza la instalación.
PROYECTO
La nueva Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General Universitario Gregorio Marañón ocupa una superficie de 1.100 m² y responde a una serie de criterios prácticos de eficiencia, de humanización, de flexibilidad, de seguridad y de confort, tanto para los pacientes como para el personal sanitario.
FUNCIONALIDAD
Aprendiendo de la situación actual que estamos viviendo por la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, se ha hecho especial hincapié en la flexibilidad y polivalencia de la UCI para poder hacer frente a este nuevo reto sanitario con garantías.
La Unidad se puede dividir en dos áreas separadas y simétricas permitiendo destinar la mitad de las camas a enfermos con COVID-19 y, la otra mitad al resto de pacientes.
A su vez los boxes están separados por unos tabiques de vidrio móviles que, junto a los innovadores cabeceros suspendidos, permiten aumentar de forma inmediata el aforo de 23 a 35 camas y de este modo reaccionar de forma rápida y eficiente ante una situación de emergencia sanitaria.
Además, la nueva UCI del Hospital público Gregorio Marañón cuenta con despachos médicos, secretaría, una farmacia, dos almacenes independientes, áreas de descanso para el personal y sala de información a familiares.
Para acceder a la Unidad de Cuidados Intensivos se ha establecido un doble acceso: uno interno, para los traslados desde Urgencias, quirófanos y hospitalización, y otro acceso externo que dará paso al área de despachos de personal y familiares. Esta segregación de accesos permite un óptimo funcionamiento de la unidad sin que se produzcan cruces inoportunos ni recorridos innecesarios.
TECNOLOGÍA AL SERVICIO DEL PACIENTE
Todas las habitaciones cuentan con presión positiva y se han habilitado cuatro estancias con presión negativa que permiten un alto aislamiento, con una antesala estanca que facilita al personal equiparse antes de acceder a la habitación y a su vez mantener las presiones entre las diferentes áreas y el interior del box.
La unidad cuenta con tecnología y equipos de última generación, un sistema de ventilación que renueva el aire desde el exterior doce veces cada hora, todo ello a través de filtros HEPA y con control de contaminantes para garantizar la máxima seguridad de los pacientes.
Se ha instalado un sistema de iluminación con ciclo circadiano que imita la luz natural según el momento del día, lo cual está demostrado que influye directamente en la recuperación del paciente. Permitiendo que mantenga los ciclos naturales del cuerpo durante la estancia, de modo que el despertar y adaptación al medio resulte más llevadero.
MATERIALIDAD Y CONFORT
Se han utilizado materiales que garanticen todos los requisitos técnicos de resistencia, durabilidad y asepsia, pero que a la vez aporten una atmósfera agradable y neutra que mejore la experiencia y confort de los pacientes y del personal.
La colocación de un vinilo con una sugerente imagen de juncos introduce dentro de la unidad una sensación de naturaleza que ayuda a calmar y crear una atmósfera más agradable evitando la sensación de pecera y ayudando a mantener un espacio que aporte mayor tranquilidad e intimidad.
Se ha tenido especial cuidado con el confort acústico dentro de la unidad, un gran olvidado en muchos proyectos, limitando la máximo los ruidos y aumentando la absorción acústica.
CONTROL DE ENFERMERÍA
Para optimizar el trabajo del personal sanitario se han instalado dos controles de enfermería que permiten una visión directa de todos los puestos, además de conectarse de forma independiente con el espacio destinado a trabajo, descanso del personal y farmacia.
Con la colaboración y apoyo del personal del Hospital se ha diseñado este espacio de trabajo de enfermería que no es un simple mostrador desde el que vigilar a los pacientes si no que es un gran espacio de trabajo que concentra la mayoría de la actividad de enfermería. El mostrador se divide en segmentos que permiten el trabajo colaborativo incluso desde ambos lados en algunos tramos. A la espalda del mostrador se encuentra espacio de encimera y almacenamiento mediante gavetas y armarios, espacio libre para la colocación de equipos portátiles como el carro de parada, etc todo estudiado para optimizar los flujos de trabajo y dotar al personal de un espacio cómodo que mejore la eficiencia y la calidad de la atención.
Esta nueva UCI es una unidad de vanguardia que combina la última tecnología, una gran funcionalidad y flexibilidad de usos con un alto confort tanto para los pacientes como para el personal sanitario. Realizada en unos periodos de tiempo límite y siempre enfocando todo el trabajo en garantizar una mayor calidad de la atención asistencial.
Cliente: Hospital General Universitario Gregorio Marañón
Autor: Árgola arquitectos
Diseño de instalaciones: Ingho ingeniería
Constructora: San José
Colaboradores: Margarita Marqués Ley y Juan Antonio Romero
Proveedores destacados: Gerflor, Zumtobel, Thorn
Galería de imágenes:
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